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El más feo (y más rico) de Navarra

Tudela acogió un año más el certamen para elegir su mejor tomate feo y también el más sabroso.

El más feo (y más rico) de NavarraOndojan.com

El pasado día 2 se celebró el Certamen El Feo de Tudela, un concurso que organiza y coordina Luis Salcedo Irala, del hostal Remigio de la capital de la Ribera. Son ya diez ediciones las que Luis lleva organizando, con la ayuda del Ayuntamiento de la ciudad y de una serie de entusiastas voluntarios. El concurso surgió a raíz del empeño de Luis Salcedo de recuperar el cultivo de una variedad antigua de tomate Marmande conocida como Tomate de kilo en Pamplona o El Gordo en Zaragoza, variedad que Luis recuerda que antaño se cultivaba mayoritariamente, pero fue rechazada ante la llegada de otras variedades híbridas que buscaban la perfección estética, de ahí que los hortelanos de esa zona comenzaran a llamarle “el feo de Tudela”.

Este concurso ha tenido un éxito y unas consecuencias inesperadas para sus organizadores. Como nos cuenta el propio Luis, “a raíz del impacto en prensa que tuvo el concurso el primer año, varias de las empresas que se dedicaban a cultivar tomate en invernadero apostaron por esta variedad, y además, por cierto, con un resultado bastante óptimo”. En cualquier caso, continúa Salcedo, “la intencionalidad del concurso era otra: que el hortelano y la gente joven con disposición de huertos en la zona, se acercara a esta herencia cultural que teníamos en La Ribera como es nuestra afamada huerta, que pasa por un estado crítico ya que hay más de una generación perdida. El resultado es bastante bueno, ya que los primeros años, además del concurso, nos encargamos de seleccionar semillas y al año siguiente hicimos planta para dar a mucha gente que nos la pedía, incluidos bastantes jóvenes que comenzaban a acercarse a sus huertos secos hasta esa fecha”.

El Concurso del Feo de Tudela se celebró durante sus primeras nueve ediciones a finales de julio, coincidiendo con las fiestas patronales de la capital de la Ribera, aunque este año la organización ha decidido trasladarlo a septiembre ya que el cambio climático ha cambiado la temporalidad del tomate y los impulsores del concurso opinan que en esta fecha es cuando se encuentra en su momento óptimo. El certamen se divide en dos concursos diferentes: elección del tomate estéticamente más feo y elección del más sabroso. El tomate más feo es elegido por el público asistente, que rellena ordenadamente las fichas de participación y copa la delantera del hostal Remigio, lugar donde se exponen las piezas, para contemplar los tomates menos agraciados de las huertas circundantes. Este año, además, al sacar el concurso del marco de las fiestas locales, los organizadores lo han convertido en todo un fin de semana dedicado al tomate local.

Así pues, los actos comenzaron el viernes día 1, a las 19.30 horas, con una mesa redonda en el restaurante Remigio sobre la situación actual de las variantes antiguas de tomates en Navarra. En dicha mesa redonda, moderada por Ana Laguna, presidenta de la Academia de Gastronomía de Navarra, tomaron parte el productor local Jesús Sola, el productor guipuzcoano asentado en Navarra José Uranga, que en su día dirigió el restaurante Portal de Descalzas en Pamplona y que hoy en día organiza la Feria del Tomate Antiguo en la capital navarra, la miembro activo de Intia (Instituto Navarro de Tecnología e Infraestructuras Alimentarias) Amaia Uribarri y Goyo Aguado, miembro retirado de dicha sociedad pública. Les acompañaba también en la mesa Luis Salcedo, del Remigio, en calidad de anfitrión y participante. La mesa redonda resultó ser ágil y de un gran interés. Se tocaron temas como la historia del tomate rojo, las dificultades de su cultivo y transporte, la competencia o modelo a seguir que supone el tomate rosa de Barbastro, la necesidad de estandarizar la especie para poder promocionarla, la idoneidad o no de su nombre? Fueron cerca de dos horas en las que surgieron mil temas y quedaron otros tantos en el aire y en las que el público asistente también participó y dio su opinión.

Tras la mesa redonda, tuvo lugar una cena en el Remigio elaborada a ocho manos por algunos de los chefs más destacados de la actualidad gastronómica navarra: Iñaki Andrada del Baserriberri de Pamplona, ganador este año del Campeonato de Navarra de pintxos, Gorka Aguinaga del restaurante pamplonés Iruñazarra que ganó el mismo certamen el año pasado, Virgilio Martínez del Beethoven de Fontellas y el propio Luis Salcedo como cocinero local. La cena fue un éxito de público y de ejecución.

Para el día siguiente, sábado, se organizó un completo programa de actividades que arrancaron a las 10.00 horas con el inicio de la recepción de tomates para el concurso. Los organizadores no sabían lo que se iban a encontrar realmente, debido a la incertidumbre sobre cuál sería la respuesta de los participantes habituales al sacar el concurso del marco de las fiestas. Pero los hortelanos ribereños no decepcionaron. Coincidiendo con la hora final de recepción de tomates, a las 11.30 horas dieron comienzo las actividades programadas en el mercado de abastos, comenzando por una degustación de salmorejo y aceite ecológico de la casa local Artajo, seguido de un taller infantil de recolección de semillas de tomate organizado por el colectivo Helianto y finalizando con un taller de cocina impartido por el insigne cocinero Kote García Galindo, legazpiarra de raíces riberas y profesor del Basque Culinary Center.

En cuanto a la elección del tomate más sabroso, esta se llevó a cabo mediante la cata de un jurado profesional en el que este año participaban Javier Navarro, hortelano de Tudela; Pío Barbería, profesor de Hostelería retirado que ha ejercido hasta este año su labor en el Centro Integrado Burlada; Enrique Sánchez Sacristán, gran maestre de la Cofradía del Espárrago de Navarra; Yoana Viela, enóloga y responsable de la vinoteca tudelana 18 Grados; y los periodistas guipuzcoanos Aitor Buendía (La Ruta Slow) y Josema Azpeitia (Ondojan.com). También colaboró en la cata del jurado el propio Luis Salcedo Irala, cortando los tomates a degustar. Este año se presentaron 59 tomates al certamen de sabor y cerca de 30 al concurso del más feo, una excelente participación. El jurado determinó que el tomate más sabroso era el de Fran Domínguez, que concursó con un tomate del término Huertas Mayores y recibió 400 euros y trofeo. El segundo tomate fue el que cultivó Cesar Moneo en el término de Traslafuente, y recibió un premio de 200 euros en metálico. El tercer premio, por su parte, recayó en las manos de Andrés Vicente, que había cultivado su “feo” en el término de Carramurillo. El público, por su parte, determinó que el tomate más feo era el perteneciente a Fabiola Barbarín.

Tras la celebración del concurso, los participantes en el mismo pudieron disfrutar de una comida de hermandad en el restaurante Remigio, que se está destacando durante los últimos años como uno de los abanderados locales en la cocina de las verduras y la gastronomía navarra más auténtica y tradicional. El Tomate Feo de Tudela puede ser adquirido entre julio y octubre en diferentes ferias y mercados de Navarra.