El amor brujo que todo lo vence
Enrike Solinís y Miren Zeberio lanzan un álbum de homenaje a Manuel de Falla en el 140º aniversario de su nacimiento
El álbum, que consta de catorce temas, lo interpreta su banda Euskal Barrokensemble junto a la cantaora María José Pérez. Tal como caracteriza a esta banda, la fusión, la creatividad y la improvisación tienen una butaca privilegiada. Las posibles reticencias de los puristas no les preocupan en absoluto: “Puristas hay en todas partes”, le resta importancia Zeberio. “Más purista que pudiera ser, por ejemplo, la familia del propio Joaquín Rodrigo -cuyas obras también se reinterpretan en este álbum-, y sin embargo, están encantados con el proyecto, ¡qué mejor aval podemos tener!”, se congratula Solinís.
Música e historia van de la mano para estos músicos vascos, quienes se afanan en recuperar y difundir entre el gran público piezas en peligro de extinción, así como de valorar las facetas más desconocidas de los compositores que homenajean en este trabajo. “Por ejemplo, de Joaquín Rodrigo apenas se conoce nada más allá del Concierto de Aranjuez. Sin embargo, realizó una labor de recuperación de música culta encomiable, investigó y lo tradujo a su propio idioma”, valora Zeberio. “Tanto los homenajeados en este disco como Escudero, Guridi, Ravel? son compositores abiertos a que se reinterpreten sus obras, y eso es lo que nos interesa a nosotros”, recalca el guitarrista.
Educar en los matices Aseguran que el objetivo principal de su música es “comunicar”, zafarse de todo cliché y acercarse al público más amplio posible. “Estamos aquí para eso, es lo que nos llena”. Zeberio considera que su música es accesible ya que es de formato pequeño, es decir, se acerca más a la música de cámara. “Puede ser un buen paso previo a la música sinfónica -sostiene-; a menudo nos encontramos con espectadores que descubren por primera vez este tipo de música y se asombran de que les guste, se dan cuenta de lo que se han estado perdiendo?”, sonríe.
Pese a todo, reconocen que el concepto música antigua genera ciertas reticencias de por sí. “Predomina el consumo masivo de música sencilla, que satisface en gran parte la demanda intelectual de mucha gente. No es malo escuchar ese tipo de música, pero cuanta más educación recibas en música, arte, ciencia o la materia que sea, exiges más y, a la vez, disfrutas más de la realidad. Porque el arte es eso: una sublevación de la realidad”, reflexiona Solinís, quien recurre a la paleta de colores para ilustrar su punto de vista: “Se está fomentando un cromatismo musical -y cultural- cada vez más limitado; se están eliminando matices? Vivimos en la época de hamburguesa para todos, y es una pena. El flamenco, por ejemplo, sigue vivo, evoluciona, lo han mantenido vivo de una forma muy inteligente; sería interesante que aplicáramos algo de eso a nuestro legado musical”, apunta.
Para ello, se precisa “una vuelta en la sartén” a la educación musical. “Mozart, Beethoven? Sí, por supuesto, pero hay mucho más. Creo que es necesario que el alumno se empape de mucha música tradicional, popular, que se preste a improvisar, que le animen a tirarse a la piscina, esto es, a crear su propio lenguaje musical -defiende Solinís-; en la actualidad, creo que el 90% del currículo se dirige a enseñar a ser intérprete y solo se dedica el 10% restante a la creación. En mi opinión, tendría que haber un mayor equilibrio: 50% interpretación, 50% improvisación”.
Preservar la memoria Una de las razones de ser de la formación Euskal Barrokensemble es velar por el patrimonio musical y cultural vasco, darle vida (y color). “Cualquier pueblo que no reflexiona sobre su propia cultura pierde su memoria, y por ende, parte de su identidad”, sostiene el músico.
En ese sentido, están muy orgullosos de haber llevado la música vasca por salas internacionales, a través de su exitoso trabajo anterior, Euskel antiqva: El legado musical del País Vasco. También editado bajo el sello de Jordi Savall, fue el primer trabajo de una banda invitada, la cual dio pie a la creación de la colección Diversa. “Siempre lo decimos: estamos muy agradecidos a Jordi por su generosidad y su labor de difusión, es una suerte contar con él”, agradecen.
En los próximos meses, ofrecerán varios conciertos de sus tres proyectos (Colores del sur, Euskel antiqva y El amor brujo), a la vez que siguen investigando en el que será su próximo proyecto: la música “de ida y vuelta” de los marineros vascos que hicieron las Américas. “Los marineros vascos partían de aquí con una música y unos instrumentos determinados, y tras recorrer mundo volvían con otros sonidos, otros instrumentos?”. Toda esa riqueza es, a día de hoy, un tesoro escondido que Solinís y su Euskal Barrokensemble descubrirán y reinventarán. Porque el amor (por la cultura) todo lo vence?
Zuzendari artistikoa/ekoizlea/guitarra eta lavta. Enrike Solinis.
Ekoizlea/Biolin barrokoa. Miren Zeberio.
Flamenko kantaria. Maria Jose Perez.
Kontrabaxua. Pablo Martin Caminero.
Txirula-eztia. Vicente Parrilla
Tronboia. Elies Hernandis,
Lira. Stelios Petrakis.
Perkusioa. David Chupete/Daniel Garay/Paquito Gonzalez/Ziya Tabassian.
Zigilua. Alia Vox (Diversa bilduma), Jordi Savall musikologoak zuzentzen duena.
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