pamplona - La relación entre la experimentación artística y la arquitectura en la obra de Oteiza, sumada a una preocupación por la construcción de la ciudad son una constante en el pensamiento estético del oriotarra, unos aspectos sobre los que profundiza Emma López Bahut (Burgos, 1974) en Jorge Oteiza y lo arquitectónico. De la estatua-masa al espacio urbano (1948-1960). La publicación refleja las conexiones del escultor con esta disciplina a través del análisis de diferentes proyectos en los que participó y de los escritos teóricos desarrollados durante este periodo.

“Existen muchas publicaciones y exposiciones dedicadas a Jorge Oteiza, pero todavía no había ningún trabajo que analizase en profundidad este periodo del escultor y su relación tan estrecha con la arquitectura”, indica la autora del libro, que propone un recorrido por el proceso artístico desarrollado por Oteiza en los años 50, conectando desde lo espacial todas las escalas posibles: escultura, arquitectura, ciudad y paisaje.

Base de investigación La publicación ha sido editada por el Museo Oteiza y la Universidad da Coruña, en colaboración con la delegación de Navarra del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN) y el Ayuntamiento de Egüés. Según destaca el presidente de la delegación de Navarra del COAVN, Mariano González Presencio, este libro “reconoce la importancia de Jorge Oteiza en la arquitectura, deudora de toda la investigación” del escultor.

El libro aporta el análisis más completo generado hasta el momento en torno a las preocupaciones espaciales y arquitectónicas de Oteiza y, a este respecto, Gregorio Díaz Ereño, director de la Fundación Oteiza, subraya que “la publicación es una base fundamental de investigación”, ya que “habla de una vitalidad tremenda de un creador con la necesidad de transmitir todas sus investigaciones” y “sitúa a un Oteiza excepcional para entender todo lo que hace y escribe y alabar también el rigor de su trabajo”.

El inicio de la reflexión de Oteiza sobre la ciudad es clave en el desarrollo de la publicación, desde la escultura como “mueble metafísico” hasta la ciudad entendida como espacio urbano. Desde el punto de vista de la creación de espacios, la escultura de Jorge Oteiza y la ciudad concebida desde lo espacial comparten propósitos y tienen el mismo fin. Con esta nueva mirada, la autora pretende recuperar las ideas del artista, su proceso de trabajo y su experimentación, así como revelar la influencia y la correspondencia de ideas entre Oteiza y la arquitectura del momento. “El gran valor que tiene esta aportación de Emma (López) es que se convierte en un referente y logra establecer una visión distante en la que se saca partido a todas las conexiones de la obra de Oteiza con el mundo arquitectónico y todas sus líneas de trabajo”, sostiene el prologuista de esta publicación, arquitecto y director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, Miguel Ángel Alonso del Val. Asimismo, otro aspecto “fundamental” y que queda bien reflejado en el libro es “la figura de Oteiza como catalizador, un gran dinamizador de la incorporación de los principios del arte moderno o abstracto dentro del panorama, no solo escultórico, sino arquitectónico”.

tres puntos clave Según cuenta la propia Emma López Bahut, Jorge Oteiza y lo arquitectónico se basa en tres puntos clave. El primero de ellos consiste en una lectura transversal de Oteiza y lo arquitectónico, que no la arquitectura. “Quería desligar el hecho constructivo e ir mucho más allá, porque he investigado sobre las revistas que él leía o diferentes viajes que le inspiraban; en definitiva, un amplio espectro de conexiones”, señala. El segundo punto fuerte de esta publicación es “el acceso a las fuentes originales” y, en este sentido, comenta: “Todo el entramado de la publicación está basado en documentos, edificios, correspondencia, lecturas o dibujos”. La tercera clave es “el descubrimiento del trabajo de Oteiza en el espacio urbano, que sobre todo se realiza a finales de los años 50”, un descubrimiento al que la autora ha denominado “ciudad escultura”.

Para López Bahut, una sorpresa con la que se encontró en todo el proceso de investigación es la “amplitud de escalas que ha manejado Oteiza, ya que no se queda solo en la escultura, sino que también la trabaja en el espacio urbano y reflexiona sobre el paisaje”, lo cual se refleja en el libro y da “cierto recorrido y consistencia al descubrimiento del trabajo de Oteiza y todas sus dimensiones”.