Se llaman Laura Liubinavi?ciu?te, Katarzyna Sosnowska, Barbara Pregelj y Mariya Petrova Pachkova, pero entienden y chapurrean algunas palabras en euskera. Desde hace ocho semanas, estas traductoras de Lituania, Polonia, Eslovenia y Bulgaria viven en el barnetegi de Zornotza. Están muy acostumbradas a aprender lenguas y para cuando termine su estancia de seis meses en Bizkaia, esperan saber lo necesario para traducir a sus idiomas, directamente del euskera, libros de autores como Bernardo Atxaga, Arantza Urretabizkaia o Kirmen Uribe.

Ese es uno de los objetivos de Itzultzaile Berriak, un proyecto de Donostia 2016 y el Instituto Etxepare que también persigue poner de relieve la importancia de la traducción en el desarrollo de la cultura vasca, promocionarla en el extranjero y formar nuevos traductores.

Las cuatro profesionales elegidas mediante convocatoria participaron ayer en un desayuno informativo que acogió la sede del Instituto Etxepare, donde estuvieron también sus responsables Aizpea Goenaga y Mari Jose Olaziregi; el director del programa cultural de la capitalidad, Xabi Paya, y Bego Montorio e Itziar Otegi, representantes de EIZIE, la Asociación de Traductores de Lengua Vasca que se ha sumado al proyecto con la organización de varias actividades.

En los últimos años, recordó Olaziregi, la traducción ha adquirido una importancia vital en las letras vascas y este proyecto está concebido como “un homenaje al oficio”. Paya calificó de “reto el impulso de la relación entre las lenguas europeas” y subrayó que Itzultzaile Berriak “abre una puerta a nuestra literatura en Europa”, que “necesita de la traducción” para que no se imponga siempre una “lingua franca dominante”. En similares términos se expresó Bego Montorio, de Eizie, quien opinó que si se emplea “siempre un único idioma puente -el inglés-, se corre el riesgo de que este se convierta en freno”.

Experiencia y traducciones Las cuatro traductoras dijeron algunas palabras en euskera, lengua con la que, según bromearon, están “peleando”, y pronto se pasaron al castellano, idioma que dominan con gran soltura. Su día a día es idéntico al de cualquier otro estudiante del barnetegi: por la mañana reciben clases, después comen, dan un paseo, hacen los deberes, leen y ven películas en euskera, y en su tiempo de ocio tratan de vivir en la lengua que están aprendiendo. Su profesora, Erika Castaño, se deshacía en elogios hacia estas alumnas que “lo preguntan todo” y muestran un interés fuera de lo común.

“El aprendizaje de una lengua es siempre una aventura y con nuestro trabajo no solo traducimos una obra, sino también una cultura, un alma”, aseguró Liubinavi?ciu?te. Aunque tardó tres días en aprender a decir “eskerrik asko”, la traductora lituana se mostró encantada de participar en esta experiencia que también incluye “conocer gente, disfrutar de la comida o ver cómo se baila y se canta”. “Me interesa todo”, aseguró esta joven que ha traducido del castellano a autores españoles. Ahora su objetivo es partir directamente del euskera con obras de Atxaga y Uribe, y también traducir “un poco de poesía cuando llegue el momento”.

Katarzyna Sosnowska ha elegido Bilbao-New York-Bilbao, también de Uribe, porque le gustó mucho cuando lo leyó en castellano y porque le parece “un buen libro” para introducir la desconocida literatura vasca en Polonia. A esta aficionada al fútbol que ya ha ido un par de veces a San Mamés y vio cómo la Real se impuso al Athletic en el último derbi, el euskera le parece “algo nuevo” e incluso “exótico”, y por eso se animó a participar en esta “aventura” que terminará con la publicación de los libros por parte de editoriales de su país.

“Las lenguas eslavas también son difíciles pero tienen cosas en común. El euskera no se parece a nada que conozcamos, no tenemos referencias y nos cuesta captarlo”, terció Pregelj. A su juicio, este proyecto “no solo es ambicioso, sino que se sale de lo que solemos hacer”, pues les permite conocer el idioma y “otros registros de la sociedad vasca”. Tras destacar el imprescindible papel de los traductores en las culturas pequeñas, esta especialista en literatura infantil adelantó que tratará de llevar a su lengua la saga de Xola, el perro creado por Atxaga. “Su obra está publicada en Eslovenia pero faltan sus libros infantiles”, añadió la traductora, que ya ha trabajado con textos de Juan Kruz Igerabide y de Patxi Zubizarreta, y que aspira a tener un vínculo duradero con la literatura euskaldun.

Por último, Mariya Petrova, que ha traducido del castellano Obabakoak y El hijo del acordeonista, ha elegido trasladar del euskera al búlgaro dos libros de Arantxa Urretabizkaia, Zergatik panpox e 3 Mariak. La veterana del grupo dijo haber pasado toda la vida aprendiendo idiomas y, en principio, el euskera no le parece más difícil que el resto porque “empezar siempre es muy duro”. Su objetivo y el del resto no es tanto hablar la lengua como ser capaz de “leer y entender textos complicados” en euskera para poder traducirlos a su idioma.

En junio se sumarán al proyecto Itzultzaile Berriak otras cuatro traductoras para una estancia de un mes: Merilin Kotta (Estonia), Karina Mishchenkova (Rusia), Lenka Niznanska (República Checa) y Matylda Figlerowicz (Polonia).

Laura Liubinaviciute (Lituania). Ha traducido obras del polaco y del castellano al lituano de escritores conocidos como Julia Navarro, Ángel Guinda, Abel Murcia, Espido Freire y Mario Vargas Llosa.

Katarzyna Sosnowska (Polonia). Desde el año 2009 trabaja como traductora de literatura, editora y correctora; traduce obras del castellano al inglés y del alemán al polaco. Ha traducido a autores como Edgar Allan Poe, Charles Dickens, Stefanie Zweig, Joseph Vogl y Leila Guerriero.

Mariya Petrova Pachkova (Bulgaria). Desde 1975, traduce del castellano, francés y ruso al búlgaro. Ha traducido alrededor de 30 obras del castellano al búlgaro, de autores como Cortázar, Villaverde, Juan Marsé, Mario Delgado y Manuel Rivas; también Obabakoak y El hijo del acordeonista, de Bernardo Atxaga.

Barbara Pregelj (Eslovenia). Ha traducido al esloveno más de 300 obras del castellano, gallego y catalán: Bartolomé de las Casas, Carlos Puerto, Homero Polar, Jorge Icaza, Carlos Fuentes, Javier Sierra, García Lorca, Unamuno, Ildefonso Falcones, Vargas Llosa? También obras de escritores vascos como Juan Kruz Igerabide y Patxi Zubizarreta. Además ha publicado dos libros y ha editado 17 obras.

14 de abril. Charla de las traductoras con estudiantes de primero de Bachillerato de Zurriola Ikastola.

23 de abril. En el Día del Libro se realizará una lectura multilingüe tomando como referencia una muestra de literatura vasca.

28 de mayo. Visita al festiva Literaturia de Zarautz.

Del 20 al 22 de junio. EIZIE organizará un taller de traducción literaria con las ocho traductoras, en Tabakalera. Formarán pareja con otros tantos traductores vascos y habrá dos escritores invitados con quienes trabajarán durante tres días sobre una sección de algunos de sus textos. Al final del taller se realizará una sesión abierta al público en la que se dará cuenta de la experiencia del taller, y el programa se clausurará con una lectura multilingüe.