Síguenos en redes sociales:

Marinas “muy dinámicas y llenas de color”

La donostiarra Adriana Ibargoyen protagoniza la exposición ‘Olatuen bestealdean’ en el Aquarium

Marinas “muy dinámicas y llenas de color”

donostia - Quienes visiten el Aquarium hasta el 27 de abril podrán contemplar el mar en su forma real pero también en las interesantes representaciones artísticas que la artista Adriana Ibargoyen muestra en su exposición Olatuen bestealdean. Muy aficionada al piragüismo, hace dos años se echó a la mar y fotografió desde su embarcación distintos lugares de Donostia, Deba, Zarautz y Hendaia, entre otras localidades, para después crear sus obras desde “una perspectiva distinta”.

La muestra de la pintora y profesora de arte incluye un total de catorce marinas al óleo y 23 dibujos en papel, que han servido de bocetos para crear las obras, de mediano y gran formato. La ciudadanía podrá conocer esta colección de la pintora y profesora de arte en la Sala Nautilus del Aquarium.

Ibargoyen define sus cuadros como obras a medio camino entre boceto y pintura, debido a su forma de pintar, y considera que sus creaciones son “muy dinámicas y llenas de color”. “Creo que esto se debe a que me gusta mucho pintar con trazos rápidos y brochazos, y recurro a la espátula para darle movimiento y autenticidad a mi obra”, explica la donostiarra, aunque admite que no es lo único que utiliza en sus obras, pues también le gusta emplear el rotulador, “que da un aspecto más parecido al dibujo”. Además, asegura que hay distintos estilos en su obra, ya que la zona urbana está pintada de forma más realista y, el mar, de manera más abstracta.

proceso largo Aun así, lo que Ibargoyen destaca más de su obra es la perspectiva, que cree que es lo que le da el toque distintivo. La idea nació debido a la afición de la pintura por la piragua. “Tengo una academia, por lo que no puedo cerrar sus puertas e irme de viaje en cualquier momento; eso me llevó a aprovechar mis días libres para disfrutar del piragüismo aquí cerca”, aclara. Realizó excursiones por Donostia, Zarautz, Hondarribia y otros pueblos de alrededor, y como pintar desde la piragua se le antojaba “bastante complicada”, utilizó una cámara para inmortalizar los paisajes que más llamaban su atención. También participó en visitas guiadas en barco en Deba y Zumaia y en Hendaia, donde descubrió otras perspectivas curiosas.

“Luego, miro las fotografías que tengo y, después de hacer una selección, elaboro unos bocetos antes de comenzar a pintar los cuadros”, explica Ibargoyen, quien confiesa que el proceso se le hace muy largo porque da muchos pasos antes de llegar al resultado final y porque el proceso de documentación requiere de mucho tiempo.

A pesar de contar con una obra variada, con distintos paisajes y luces, la pintora lamenta no haber podido plasmar el anochecer. “Me apetecía especialmente pintar el amanecer y el anochecer, sobre todo, pero ha sido muy difícil, ya que no he podido salir en piragua si no había luz”, lamenta. La artista confiesa que le ha quedado la pena de no haber podido realizar un cuadro del Urumea anocheciendo, que completaría la colección Olatuen Bestealdean. - Marta Esnaola