donostia - A lo largo de más de 600 páginas, las calles de una Pamplona medieval, la política de Europa en el siglo XII y el Reino de Navarra se convertirán en la atmósfera que envolverá al lector de El anillo del leal, la primera novela de la periodista pamplonesa Begoña Pro Uriarte, ambientada en los siglos XII y XIII en Navarra. Con esta narración, da comienzo a la saga La chanson de los Infanzones, cuyo segundo libro, La dama del velo y el laurel, verá la luz en otoño de este año. Después de haberla autoeditado en 2012, esta novela histórica llega a las librerías de la mano de Ttarttalo, editorial que promete publicar la saga completa, según anunciaron en la presentación de ayer.

La autora definió su novela como “una historia de amistad y lealtad”, ya que, más allá de la importancia que tiene el contexto, habla de la relación entre dos niños, Álvaro y Miguel. El primero es hijo de Yenego Martínez de Subiza, el rico hombre del reino; es un niño tímido y desdichado. Miguel, en cambio, es hijo del criado de este, es mucho más contestón y en el libro se percibe su ansia. Este segundo personaje es en realidad Miguel de Grez, quien de adulto fue buruzagi de la corporación de los Infanzones, unas juntas medievales que funcionaban de forma democrática.

La idea de El anillo del leal nació del gran interés de la escritora por la Edad Media. Destacó el gran trabajo de documentación que tuvo que llevar a cabo, para lo que tuvo que acudir tanto al Archivo General de Navarra como al Archivo de la Corona de Aragón, aparte de utilizar una bibliografía muy extensa.

Para escribir la historia partió de tres personajes: el protagonista Miguel de Grez, Yenego Martínez de Subiza y García Almoravid, quien fue el primer buruzagi de la corporación de los Infanzones. “Más que hablar de las relaciones entre estos tres personajes, he querido reflexionar acerca de lo que pasó antes, qué sucedió para que surgieran esas juntas”, explicó Pro, quien agregó que empieza por el principio, centrándose en la figura de Miguel cuando era niño. “Así, tanto él como Álvaro nos llevan por su vida, al mismo tiempo que asistimos a los acontecimientos más importantes de la historia navarra”, aseguró.