la Casa Torre de Emparan, desde su construcción (1319-1320), es parte importante de la historia de Azpeitia y de su valle del Iraurgi. Lo fue también de Gipuzkoa, en donde estaba considerada como uno de los más ilustres y antiguos linajes de la provincia.
Los Emparan eran una de las 24 familias que tenían voto en las Cortes. Pertenecieron al bando oñacino junto con los de las Casas de Loyola, Amezketa, Gabiria, Berastegi, San Millán, Alzaga, etc. Tomaron parte activa en las luchas entre oñacinos y gamboinos. No pocas familias de estos linajes acapararon en los siglos XIII y XIV funciones y derechos públicos, en especial, tributos del patronato de las iglesias. Incluso las Casas de Loyola y Emparan tuvieron diversos litigios entre sí sobre el patronato de la iglesia de San Sebastián de Soreasu. Las Hermandades se alzaron en 1456 contra la prepotencia de estos linajes y, así, el 30 de marzo de 1457 el rey Enrique IV desde Vitoria mandó la destrucción de las Casas Torre hasta su primer piso. Tanto la Casa Torre de Loyola como la del Emparan sufrieron también las consecuencias de tal medida. Afortunadamente, tiempos más tarde, calmadas las hostilidades, reconstruyeron de forma diversa sus casas-torre.
En la genealogía de la Casa Emparan encontramos varios miembros de esta familia que ocuparon destacados cargos públicos. Ahora, y coincidiendo con el 125 aniversario de la muerte de Inocencio Emparan y Erice, considerado como el XVIII y último señor de la Casa Emparan, nos ha parecido oportuno recordarle. Era el mayor de los cinco hijos del matrimonio formado por Genaro Emparan y Olazabal y Modesta Erice Ochoteco. Nacido el 28 de diciembre de 1845, a los 27 años se alistó voluntariamente en las tropas carlistas del pretendiente Carlos VII, participando activamente en la II Guerra Carlista (1872-1876), ocupando los cargos de alférez, teniente, capitán, comandante y teniente coronel, y mereciendo diversos reconocimientos. A la terminación de la contienda, con el regreso a Francia de Carlos VII, prestó juramento de fidelidad al rey Alfonso XII el 20 de marzo de 1876.
Pocos años más tarde, en su trayectoria política aspira a llegar, como integrante del partido carlista, a la Diputación de Gipuzkoa. Así, el 5 de agosto de 1880, previa invitación del propio Inocencio Emparan, se reunieron en su Casa Torre de Emparan en Azpeitia, con el fin de designar candidatos para las próximas elecciones de diputados provinciales, los representantes carlistas de todos los pueblos que componían los cuatro distritos del partido judicial de Azpeitia. No consiguió Emparan entrar en la Diputación de 1881, ya que ganó Anacleto Romero, que se había presentado por Zumaia.
En diciembre de 1882, en el distrito de Azpeitia vencieron los carlistas, en cuya terna figuraba Inocencio Emparan. Por el registro de las sesiones celebradas por la Diputación Provincial de Gipuzkoa, facilitados amablemente por el Archivo General de Gipuzkoa (AGG/GAO) en Tolosa, hemos podido constatar que el día 2 de enero de 1883 se formó en una reunión celebrada en el salón de sesiones de la Diputación la nueva Corporación Provincial, de la que fue elegido presidente D. Benito Goróstegui, con los diputados electos por los distintos distritos, y figurando por el de Azpeitia D. Francisco Mintegiaga, D. José Miguel Echeverria, D. Inocencio Emparan y Erice, y D. Tadeo Zavala Anchieta. Inocencio Emparan y Erice formó pate de la Comisión de Fomento.
Otra faceta de la vida de Inocencio Emparan fue la musical. Referencias de la misma, por siempre interesantes y entrañables, son las que se encuentran con ocasión de la reapertura el 23 de junio de 1977 de la Casa Torre de Emparan (Obra socio-cultural de la Caja de Ahorros Municipal de San Sebastián) y que publicó el insigne azpeitiano D. Ignacio Pérez-Arregui, dentro de un artículo que escribió con tal ocasión con el título de Dos casas de mi pueblo. Se refería a las de Loyola y Emparan, y manifestaba sobre Inocencio Emparan:
“Recuerdo al último señor de la Casa: Inocencio Emparan, así sin Don, popularísimo y querido del pueblo cuyo fue cultivador. La popularidad de Emparan se centró principalmente en el coro de la parroquia. Coincidió con su gran organista, D. José Ignacio Aldalur, azcoitiano, y juntos crearon la Orquesta de Azpeitia. Emparan la proveyó de instrumentos de cuerda, violines, viola (que él tocaba), celo y contrabajo, completada con instrumentos de metal y aire y músicos de la Banda Música.
Emparan fue víctima de su afición. El 22 de noviembre de 1889, festividad de Santa Cecilia, celebraban los músicos y el coro parroquial el día de su patrona en un caserío cercano de Azpeitia. Terminada la comida y cuando bajaba a coger la carretera que lleva al pueblo ,resbaló Inocencio y fue a chocar contra un árbol, lastimándose la cabeza. Falleció al día siguiente en la Casa Emparan, a los 44 años de edad, dejando viuda a su esposa Juana Arteaga Azpiroz, natural de Tolosa y con ocho hijos, todos menores de edad”. El periódico El Fuerista del 26 de noviembre de 1889 señalaba: “El entierro de D. Inocencio Emparan y Erice ha sido una verdadera manifestación de las vivas simpatías que inspiraba a todas las clases sociales el finado”.