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Kepa Junkera vuelve a su niñez al cumplir 35 años como trikitilari

El músico bilbaino publica el libro-disco ‘Una pequeña historia de la trikitixa’

Kepa Junkera vuelve a su niñez al cumplir 35 años como trikitilariEFE

Bilbao - Kepa Junkera revivió ayer sus días de la infancia en el bilbaino barrio de Rekalde cuando, en la casa de sus abuelos maternos, escuchaba a su aitite tocar con su vieja pandereta la música festiva tradicional vasca, lo que despertó su interés por estas melodías y determinó su futuro profesional.

El músico protagonizó un sencillo e inusual acto de presentación de su nuevo libro-disco, Una pequeña historia de la Trikitixa, con el que también celebra sus 35 años como intérprete de este acordeón diatónico, en una calle de Rekalde, frente a la casa de sus abuelos maternos, Román y Kontxa Urraza, y rodeado por sus vecinos. Además de un viaje a su infancia, el álbum es un reconocimiento a los trikitilaris y panderojoles que, antes que él, hicieron que este instrumento viviera en el pasado una edad dorada, sobre todo en Gipuzkoa y Bizkaia.

El CD incluye canciones propias y tradicionales dedicadas a humildes panderojoles como fueron Primi, Romualda, Andresa, Leona, Mikaela, Pantxika y Martzelina y a trikitilaris como Laja, Landakanda, Iturbe, Joakintxu Karakol, Jacinto Rivas Elgeta, Rufino Arriola, Auntxa, Sakabi, Fasio y Piti. Todos ellos, a lo largo de los años, con sus personalísimas voces y peculiar manera de tocar sus instrumentos, forjaron un sonido muy particular que ha calado extraordinariamente en la cultura popular vasca.

Arropado por su padres y un nutrido grupo de vecinos del portal número 7 de la calle Goya de Rekalde, Junkera presentó su obra junto a las jóvenes integrantes del grupo Sorginak, que colaboran con él en las 17 canciones que componen el CD.

“Nuevo aire” “Aquí, en esta calle, fue donde por primera vez escuche, con 7-8 años, el sonido del pandero y la trikitixa que tocaban mi abuelo y sus amigos, cuando bajaba del monte con mis padres”, recordó con emoción. “Luego, más tarde, tuve la ilusión por aprender a tocar este instrumento con una triki muy vieja que me dejaron, y así fue como empecé a sacarle sus secretos a este instrumento”, añadió.

En el disco, Junkera ha querido contar ese viaje desde sus inicios en casa de sus abuelos y sus primeras romerías con sus amigos Zabaleta y Mutriku, hasta los grandes trikitilaris de Bizkaia y Gipuzkoa. Para ello, ha incluido en el CD los distintos estilos de la trikitixa como son los fandangos, las porrusaldas, los arin-arin y las martxas, pero “a mi estilo”. El “nuevo aire” lo ha conseguido, según confesó, jugando con los arreglos y con el uso de panderos sin sonajas o “txintxorris”, para darles a las canciones tradicionales una sonoridad peculiar y distinta.

En la grabación del CD, que contiene 17 temas, unos originales del propio instrumentista y otros populares, han colaborado además de Sorginak, dos de los mejores pandereteros de España, el gallego Xavier Díaz y el castellano Eliseo Parra.

Inma Gra, editora del libro, por su parte, calfició la obra, de 156 páginas, de “joya” y “documento histórico” porque recoge la historia de este instrumento que “gracias a Kepa Junkera y personas como él que lo cuidan y lo miman, sigue vivo”. Reconoció que la obra, con textos en euskera y en castellano a cargo de Joxean Agirre, fotografías del archivo personal del propio Junkera y del fotógrafo Igotz Ziarreta e ilustraciones del artista Alberto Palomera, “no tiene grandes pretensiones pero contiene la esencia del amor por la música popular”. - Efe