Laboa seduce a Bruselas

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MIKEL Laboa es uno de los cantautores vascos más alabados. "Mito e hito" de la cultura vanguardista vasca, todo un "referente", explica Aizpea Goenaga, directora del Instituto Etxepare. Por eso, su música y su figura, a través de una instalación musical realizada por la cátedra Mikel Laboa de la UPV/EHU, forma parte de las actividades incluidas en el Festival Fenêtre Ouverte, que se celebra en Bruselas hasta el próximo 4 de diciembre y que este año estará dedicado a Euskadi. "Nuestra intención siempre ha sido mostrar a nuestros artistas y en el caso de Mikel Laboa es un mito y un hito de la cultura. No podíamos olvidarnos de la repercusión que ha tenido una persona como él. Nos ha parecido muy importante mostrarlo aquí", afirma Goenaga durante la inauguración de Laboa gertutik en el centro La Bellone de Bruselas.

Un espacio, cuna de artistas, de cultura y de investigación, por el que pasan decenas de espectáculos, exposiciones y charlas todas las semanas. Un centro muy especial, situado en la rue du Flandre, en un edificio que a simple viste parece de lo más normal pero que esconde en su interior una casa del año 1697, del mismo estilo que las que podemos encontrar en la incomparable Grand Place. En este marco la voz y la presencia de Laboa se pueden sentir con fuerza desde ayer. "De lo que se trata es de jugar con su voz, de sentir su voz, gozar con sus canciones, su música y todo ello de una forma muy personal", señala Itziar Zubizarreta, comisaria de la exposición y cerebro de una instalación que se inauguró en el centro Koldo Mitxelena pero que afirma tiene vocación de salir fuera de Euskadi. "Todavía no tenemos fechas pero la exposición va a seguir moviéndose", añade.

canciones e imágenes Lo primero que el visitante ve al entrar en la sala son tres atriles con tres Ipad y cascos para sentir, soñar y aislarse en el universo Laboa, "con canciones fantásticas e imágenes preciosas" para "establecer una relación muy íntima con su música", explica Zubizarreta sobre una instalación en la que el objetivo es llegar a Laboa a través de la experimentación. La exploración continúa con las portadas de quince de sus discos colgadas de la pared, mientras un poco más lejos van surgiendo de un proyector imágenes del propio cantautor y poeta que se proyectan en una pared blanca mientras su voz resuena a través de dos pequeños altavoces, profunda, potente y efervescente.

Todo ello con un protagonista muy especial, un teclado que a modo de juguete permite al visitante ir experimentando con la música. "Se me ocurrió utilizar un teclado y junto con Zuriñe Fernández de Gerenabarrena hicimos un programa para sincronizar con las imágenes. Es música sin comprimir, grabaciones con muy buen sonido", indica. Y en el centro de toda la instalación un espacio vacío, austero, con una silla también vacía que se hace muy presente. Una silla que quiere mostrar la presencia de Laboa ("siempre trabajaba con una. Cuando se cansaba se sentaba o apoyaba la pierna").

La instalación nace de la cátedra Mikel Laboa, que tiene como objetivo promover y difundir la investigación sobre el arte y el folklore vasco con el legado de Laboa como punto de partida. Una cantautor, artista y poeta que no necesita presentación en Euskadi y a quien tendrán la oportunidad de conocer en una ciudad tan internacional como es Bruselas hasta el próximo 4 de diciembre, fecha en que se clausura la edición de este año de Fenêtre Ouverte.