En las lindes del pop
A priori, 10 trio piano, biolin eta akordeoirako (2012) puede poner en jaque al oyente no avisado. ¿Un disco con tríos de piano, violín y acordeón? Evidentemente, no es una formación típica y el pianista Joserra Senperena lo sabe. Sin embargo, cualquier atisbo de desconfianza desaparece a la primera escucha. El donostiarra despliega una amplia gama de sonoridades que evocan imágenes de lo más cinematográficas. Su singular banda sonora contiene pasajes cercanos a la vanguardia y la abstracción -algunos inquietantes como los tríos 4 y 9-, pero el conjunto no resulta árido porque la melodía se impone en diez piezas instrumentales que entroncan con una tradición, la del pop, que Senperena conoce mejor que bien.
Siéntanse afortunados por tener cerca a músicos tan generosos como él, que trabajan en sus proyectos y además prestan su talento a terceros. En Diarios (2013), su segunda colaboración como arreglista de Rafael Berrio, ha vuelto a sacar chispas a un manojo de temas convertidos en clásicos instantáneos que remiten a la mejor chanson francesa, orquestados con cuerdas y vientos por doquier. La ausencia del factor sorpresa puede hacer pensar que 1971 (2009) rayaba a mayor altura, pero el nuevo material tiene un nivel similar, si no idéntico. Berrio vuelve a pulsar las teclas de la emoción en momentos tan majestuosos -por letra, música e interpretación- como La alegría de vivir, En las lindes del fin, Saturno, Santos mártires yonquis o Amanece. Con el nihilismo y la decadencia por bandera, con esa peculiar forma de cantar cercana al recitado, nos habla de la virtud de la desgana, del vino, las mujeres y los toxicómanos. Y lo hace, otra vez, con esa genuina mezcla de solemnidad e ironía, sin alejarse, aunque parezca lo contrario, de sus orígenes: el pop y el rock.