APRENDER a tocar un instrumento como el piano puede requerir un gran esfuerzo pero después se ve recompensado porque la música consigue cambiar "un día triste en uno alegre". La lluvia puede ser una excusa perfecta para hacer un "bizcocho con tu amona" y junto a las amigas puedes aprender a "dejar de lado la televisión o los videojuegos" para hacer deporte y llegar a "metas de progreso físico"... Son solo algunos de los valores que pretende difundir el libro escrito por Carmen Arrazola, El universo de Irene, ilustrado por Maitane Bernardo.
valores
A cuatro manos y cuatro ojos
Según sostiene la propia autora, el cuento es una "herramienta para la comunicación" que permite trabajar el esfuerzo y el entrenamiento, así como abordar cuestiones sobre la suerte, la soledad, el aburrimiento, la paternidad o las referencias (que tengan claro de dónde son). Son claves fundamentales de aprendizaje hacia la felicidad, y aunque el libro no habla explícitamente de la felicidad, sí se aprecia en todas y cada una de sus historias comportamientos que pueden ayudar al lector a ser más feliz. Arrazola ha querido que fuera un "homenaje a las birramonas y a las amonas", ya que hay que "valorar lo que tenemos cerca y ser conscientes de la suerte que tenemos de tenerlas en nuestras vidas".
El cuento es para trabajar a "cuatro manos y cuatro ojos", porque las reflexiones, pensamientos y preguntas de Irene, a veces sin respuesta, requieren del apoyo de otra persona adulta. Por eso, recalca la autora, es una "revolución de sillitas", se trata de sentarse delante del niño o de la niña para hablar y mejorar la comprensión del libro, que anima a crear una conversación entre el adulto y el niño.
La protagonista de las historias es Irene, una niña de cinco años inspirada en la nieta de la propia escritora que aprende de las personas y situaciones que la envuelven. Vive en un entorno femenino, rodeada de mujeres valientes y trabajadoras que se ayudan entre sí y de las que aprende saberes y enseñanzas. Además, estas se convierten, en opinión de la escritora guipuzcoana, en "hadas" que aplican su "magia de todos los días", para lograr que el mundo de Irene sea mejor.
Este trabajo ha sido una colaboración entre Carmen Arrazola y Maitane Bernardo, la encargada en diseñar los dibujos a todo color que acompañan todas y cada una de las páginas del libro. Un tándem que se conoce desde hace años y que ha trabajado anteriormente, pues en 2008 publicaron juntas por encargo del Gobierno de Navarra Historias de mujeres valientes y otras historias.
Si este proyecto tiene éxito, su intención futura es publicar seis libros más que tratarán sobre otros aspectos del universo de Irene. Además, Arrazola tiene especial ilusión en escribir un cuento que trate de un universo diferente, de una niña colombiana o de Camboya que viene a Euskadi, con una situación peculiar y complicada. De esa manera, los niños pueden darse cuenta y valorar la suerte de tener una familia, amigos y toda clase de recursos.
Algunas de las razones que llevaron a Arrazola a impulsar el libro son, por un lado, que varios estudios afirmaban que existía falta de comunicación y de conversación en las casas y, por otro, que los personajes propios de la globalización, como Bob Esponja, Dora la Exploradora o Monster, "no tienen alma ni intención de enseñar valores".
Para niños de entre 4 y 10 años
La importancia de soñar
Según la periodista y exdirectora de Emakunde Txaro Arteaga, los niños de hoy en día reciben mucha violencia a través de la televisión, y los dibujos animados suelen ser "personajes sin alma". Por eso recomienda este libro, para que los niños aprendan a "valorar las cosas más simples de la vida". Ciertamente, Arrazola vio clara la oportunidad de crear un cuento que reuniera estos factores de los que carecían los demás personajes.
El Universo de Irene está dirigido a niños y niñas de entre 4 y 10 años y está disponible tanto en euskera como en castellano. Un libro con un mensaje claro: "Soñando pero trabajando se puede mejorar el mundo". Sus páginas otorgan importancia a que los niños tengan sueños y les recuerdan que estos son fundamentales en la vida, pero también deben entender que esos sueños no se cumplen si antes no se trabaja.