DONOSTIA. El centro Gandiaga Topagunea, situado en el recinto del santuario, reunirá también a los hijos y familiares de Muñoz (Madrid, 1929-1998), al que la revista franciscana Arantzazu ha dedicado además un número monográfico.

El director de esta publicación, el franciscano Iñaki Beristain, ha presentado hoy en rueda de prensa el programa previsto para este tributo junto a Juan Biain y Mari Cruz Gordoa, miembros de Arantzazu Adiskideak, entidad que ha organizado los actos con la Fundación Arantzazu Gaur.

"El retablo es la gran obra de Arantzazu sin quitar nada a Oteiza y compañía. Mucha de la magia que se vive en el templo se debe a Lucio Muñoz", ha destacado Beristain del trabajo que el artista madrileño realizó en 1962.

Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, Néstor Basterretxea, Xavier Álvarez de Eulate y Xabier Egaña fueron los otros artistas que participaron en la decoración de la basílica entre los años 50 y 60.

En los últimos años, Arantzazu está reconociendo su labor y ahora es el turno de Muñoz, al que se encargó el mural para cubrir los 600 metros cuadrados que rodean a la figura de la Virgen.

Beristain ha explicado que el pintor madrileño, agnóstico, quedó atrapado por el entorno de Arantzazu y dijo que ese paisaje lo iba a trasladar a su obra, un mural tallado en madera y donde el tratamiento de la luz en la pintura es fundamental.

Ha señalado que "uno de sus grandes aciertos" fue conseguir que la imagen de la patrona, de 36 centímetros, pudiera "resaltar tanto" en un espacio de 600 metros cuadrados.

El programa se abrirá con una mesa redonda en la que, además de Antonio López, participarán Julio López Hernández, que trabajó con el autor en el retablo, y Rodrigo Muñoz Avia, hijo del pintor.

Después, el arquitecto Miguel Ángel Alonso, hará una lectura explicativa del ábside, acompañado de un concierto del organista Esteban Elizondo.

El homenaje se completará con un concurso de pintura de tema y técnica libre en el entorno de la basílica.