La empresa SADE, que agrupa a los cines Príncipe, Antiguo Berri y Trueba de Donostia, anunció ayer que han tomado la "difícil decisión" de asumir el incremento del IVA (del 8 al 21% en el sector cultural) y "renunciar a parte de sus beneficios" para que los ciudadanos no renuncien a "ir al cine". De esta manera, el precio final de la entrada de cine no se verá modificado para los espectadores.
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