Vitoria-Gasteiz, capital del rock
El Azkena se prepara para recibir a 40.000 asistentes y celebrar una edición que generará un impacto de unos 6 millones de euros
La espera está a punto de terminar. El próximo jueves arrancará la undécima edición del Azkena Rock Festival y la ciudad ya se prepara para acoger el macroencuentro, una cita que traspasa fronteras y que, según los últimos cálculos de Last Tour International, la promotora del evento, acogerá en esta ocasión a entre 40.000 y 44.000 asistentes procedentes de lugares muy distintos.
Dos son los pilares básicos de un ARF que en los diez años precedentes ha consolidado una marca de prestigio dentro y fuera del Estado: por un lado, el ambiente azkenero, caracterizado por la cercanía y el contacto personal; por otro, un cartel que rondará las 40 bandas y que estará encabezado por nombres como Lynyrd Skynyrd, Ozzy Osbourne, Twisted Sister, My Morning Jacket, Status Quo, The Mars Volta, The Darkness y Black Label Society... aunque el pasado del certamen ha enseñado que las sorpresas pueden aparecer en cualquier lado y momento. Tres serán los escenarios que, por segundo año consecutivo, se instalarán en el recinto, a lo que hay que sumar las tablas de la Virgen Blanca, que estarán activas viernes y sábado con actuaciones gratuitas para todo el público a las 13.00 horas.
Según los cálculos tanto del Ayuntamiento de Vitoria (que apoya la cita con 260.000 euros) como de la organización, hechos públicos ayer en la presentación oficial del evento a cargo del alcalde, Javier Maroto, y de uno de los responsables de Last Tour, Alfonso Santiago, el Azkena supondrá un impacto económico para la ciudad de unos seis millones de euros, dos de ellos de manera directa y otros cuatro en lo que se refiere a la presencia en medios de comunicación estatales e internacionales. Y es que, sobre todo en estos tiempos que corren, tan importante es la faceta cultural de lo que sucederá en Vitoria durante la próxima semana como su traducción económica (el macroencuentro alavés rondará los 2 millones de presupuesto).
Qué sucederá es algo que dependerá de los grupos, la organización, de las condiciones meteorológicas, de... Pueden pasar muchas cosas, algunas controlables y otras no. Pero para llegar hasta aquí, el Azkena ha recorrido ya un largo camino que ha sido compartido por grupos como Pearl Jam, Bob Dylan, Iggy Pop, Kiss, Alice Cooper, Social Distortion, Brian Setzer, The Cramps, Mike Farris, Sex Pistols, New York Dolls, The Jayhawks, Ray Davies, TOOL, Wilco, Bad Religion, Deep Purple, Juliette Lewis, Queens of the Stone Age, Black Crowes, The Hives, Buckcherry, Chris Isaak, The Waterboys...
Gran parte de esta historia es la que miles de personas guardan ya en la memoria pero también la que está sirviendo al ARF y al cineasta Juanma Bajo Ulloa para confeccionar un documental que ya está dando sus últimos pasos con la mirada puesta en ser estrenado entre septiembre y octubre. Esta película empezó a idearse hace ya un par de ediciones con la mirada puesta en el décimo aniversario. En Vitoria se han grabado buena parte de sus escenas, pero el equipo de realización también se ha trasladado a otras partes del mundo para darle forma. En abril se estuvo grabando en Los Ángeles y Nueva York, donde se han recogido distintos testimonios de músicos. Todo para conformar un filme que no pretende ser ningún spot publicitario, sino un documental sobre el rock, su pasado, presente y futuro, sirviéndose del contexto especial que ofrece el macroencuentro gasteiztarra. La intención es que tras su premier, la cinta siga camino, sobre todo, a través de festivales.
Claro que eso, como la inminente edición del evento, es todavía futuro. Un mañana fundamentado en un festival que se ha convertido en referencia obligada para miles de aficionados al rock dentro y fuera de la península. Un macroencuentro que, incluso cuando ha tenido algún momento de tambaleo como en 2007, ha querido y sabido avanzar desde una ciudad que el resto del año respira mucha música y, también, mucho rock gracias al trabajo denodado de salas de conciertos y asociaciones culturales. El Azkena se ha convertido para Vitoria en la guinda del pastel de lo que sucede el resto de meses, en una marca respetada y valorada, en un encuentro que deja en la ciudad hoteles al completo y otras consecuencias económicas, en un momento especial para muchos.