EL fotógrafo gallego Manuel Outumuro lleva más de 20 años dedicados a retratar la moda. Sus fotografías han llenado prestigiosos catálogos y revistas de todo el mundo. El estudio que creó en Barcelona se ha encargado de idear la imagen gráfica y comunicación de los más renombrados diseñadores de moda. A la vista de su currículum, no es de extrañar que la Fundación Cristobal Balenciaga le hubiera encargado en 2010 realizar los retratos del patrimonio conformado por más de mil piezas, de entre los años 1935 y 1968, que tiene en el museo del diseñador en Getaria.
"Para mí es un poco desconcertante ver mis fotos colgadas en una pared. No estoy acostumbrado", admitió Outumuro en la presentación de la colección. "Es un placer, después de haber cumplido su función (completar el catálogo del museo), poderlas ver en una galería", precisó. Sesenta retratos de gran tamaño, en los que los vestidos parece que se salen de la imagen, llenan las salas Kutxa Boulevard. Una colección que es una pequeña muestra de lo que el visitante se puede encontrar en el museo.
luces y sombras
Vestidos sin cuerpo
Fotografiar prendas de vestir no es tarea fácil, aunque pueda parecer lo contrario. "Cada textura y color pide un encuadre diferente -afirma Outumuro- He intentado encontrar la cara más fotogénica de cada pieza". El fotógrafo gallego, que está acostumbrado a retratar prendas vestidas por "las mejores modelos del mundo", no se sintió cómodo las primeras semanas de trabajo.
"Montamos el estudio en Miramon y al principió me costó bastante acostumbrarme a vestidos sin cuerpo", apuntó. A cada modelo le encontraba "algún problema" que iba solucionando "sobre la marcha".
Una de las ventajas de esta exposición, según el artista, es que se puede observar el arte de Balenciaga "en todo su esplendor". "Estas prendas, al ser antiguas, son más delicadas, y no pueden estar expuestas prolongadamente a una luz intensa en un museo. Se estropearían", explica. Al realizar su trabajo él sí ha podido iluminar "como es debido" las prendas y ha sacado a relucir "todo su color". "En las fotos hay matices que en el museo no se pueden apreciar", concreta Outumuro, algo que puede comprobarse en el catálogo del museo, en el que parece que las prendas pueden acariciarse.
Respecto al museo del modisto getariarra, asevera que está muy bien planteado, pero que no basta con tener una colección: "Hay que saber promover y atraer visitantes, para que un proyecto persista. Si las cosas se hacen bien, el museo perdurará", afirmó.
El museo viaja
El anzuelo
Esta es la primera exposición que el Museo Cristóbal Balenciaga organiza puertas a fuera. Una colección de retratos que saldrá de gira por ciudades del Estado y del extranjero aún por concretar. "Todavía no hemos cerrado ningún acuerdo, pero hay varias ciudades interesadas", precisa Javier González Durana, director de la Fundación Balenciaga. "Esta es una exposición que muestra claramente la intemporalidad del diseñador vasco. Manuel Outumuro, que es de una disciplina y una época muy diferentes, ha sabido cómo captar la esencia del trabajo de Balenciaga", determinó.
Según el director, ha cambiado por completo la manera de ver el trabajo de Balenciaga. "Pasa como con los retablos góticos. En su época se hicieron para incitar a rezar y hoy los observamos por sus colores y formas. Estos vestidos ya no son para vestir, los miramos como arte", apunta González Durana.
El museo, que desde que abrió sus puertas a principios de junio ha recibido a más de 40.000 visitantes, quiere utilizar esta exposición andante como anzuelo para captar a aquellas personas que no tienen predisposición a visitar la galería. "Hay gente que no siente curiosidad o que vive demasiado lejos como para venir al museo. Queremos atraer a esos posibles visitantes con iniciativas como ésta", añade el director del museo, quien se muestra satisfecho con la acogida, que "ha cumplido ampliamente" las expectativas que se habían marcado.
La colección de Outumuro estará en la sala Kutxa Boulevard hasta el próximo 16 de octubre. El horario de mañana es de 11.30 a 13.30 horas y, de tarde, de 17.00 a 21.00 horas.