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"La mejor definición de mi película es que es una mezcla de "Notting Hill" con un petardo en el culo"

El realizador donostiarra Borja Cobeaga presenta su segundo largometraje tras la exitosa 'Pagafantas' con 'No controles', una película "muy loca y bonita". Hoy se estrena en las salas de cine con la ambición de que la recaudación le "facilite" el rodaje de su próximo filme

Bilbao. Borja Cobeaga (Donostia, 1977) regresa hoy a la pantalla grande con una comedia romántica que se desarrolla en un aeropuerto en la Nochevieja de 2010. Cuando termine la promoción, se retirará para escribir el guión de Fe de etarras, una comedia sobre ETA.

¿Qué espera de "No controles"?

Más que arrasar o comprarme un yate lo que más me gustaría es que sea un gran éxito y me facilite la siguiente. Pasó con Pagafantas, que fue bien e hizo que esta saliera inmediatamente. Estoy cansado porque hacer las dos seguidas ha sido un poco agotador.

Al principio se pensó en "Retrasado". ¿Por qué se cambió el nombre?

Insistí muchísimo con Retrasado. De hecho, cuando acabamos el rodaje yo seguía diciéndolo. Y me encontraba en las entrevistas unos silencios incomodísimos. Era el mejor título pero habría odiado que la película no tuviese éxito o presencia porque su nombre diera lugar a malentendidos. Me da pena pero fue lo más sensato. Siempre era. "¿Cómo se llama tu película?". "Retrasado". Se hacía el silencio y yo explicaba: "Por los vuelos, ¿eh?" Era un juego de palabras con algo de malicia. No era inocente.

¿De dónde surgió la idea?

Nos apetecía repetir el esquema de comedia chico-chica de Pagafantas, pero más reconcentrado. En ocho horas, que es el tiempo que transcurre en la película, se dan todos los elementos de una pareja que se separa, se junta, hay discusión. Además, yo había pasado una noche en un hotel por un vuelo retrasado y me pareció un escenario increíble porque te juntas con gente con la que no habrías hablado jamás.

¿Cómo definiría "No controles"?

Tiene la faceta de comedia loca, de reírse todo el tiempo. Hemos creado personajes muy potentes para provocar la risa. Y tiene un componente de comedia romántica muy clásico. Decimos que es La jungla de cristal del amor porque transcurre en una noche, en Navidad, en un sitio concreto. Últimamente me gusta definirla como Notting Hill con un petardo en el culo. Es una comedia romántica pero acelerada.

Este filme, ¿tiene un tipo de humor?

Hay humor que hace reír y humor que no funciona. Está basado en el patetismo y en la vergüenza ajena. Es el humor que más me gusta porque no sabes si reírte o no. Lo pasas mal y bien a la vez. Pero la fuente principal del humor es el personaje de Julián López -Juan Carlitros- que da mucha pena. Es un tío que se ha quedado desfasado, cuenta chistes viejos sin parar y da mucha pena.

Los personajes masculinos son los "pringados" y la chica es la sensata.

Me doy cuenta y odio ese rollo. Odio la cosa de hombres patéticos contra mujeres sensatas. La película tiene una mujer muy sensata y cabal que es el personaje de Alexandra Jiménez y luego una absurda que es Marian Hernández. Me gustaría desprenderme de esos roles porque yo creo que las mujeres pueden ser tan patéticas como los hombres.

¿Estos personajes desquiciarían a más de uno en la vida real?

Hay un par de personajes a los que no podrías aguantar más de cinco segundos. Juan Carlitros es el ejemplo. Ocurre una cosa con él y es que empiezas odiándole en la película pero luego te lo quieres llevar a casa.

"No controles" se rodó en verano. Han comentado que el calor fue insoportable.

Al principio, pensé ponerme una bufanda para solidarizarme y duré 30 segundos. No me puse la bufanda y me compré pantalones cortos porque no tenía. Ir en vaqueros era insoportable. Pero lo más llamativo es lo del Mundial. España ganó el Mundial durante el rodaje y en Pagafantas ganó la Eurocopa. Julián es muy futbolero. Es del Athletic y de la Selección Española. Ahora tengo una presión muy fuerte para que durante la Eurocopa 2012 vuelva a rodar.

El aeropuerto de Loiu se ha convertido en una localización habitual.

Es una casualidad. Aunque los aeropuertos son lugares donde pasan cosas. Son puntos dramáticos: un viaje que cambia tu vida o un no-viaje que la cambia igualmente. Pagafantas acababa ahí y esta empieza ahí. Simplemente es casualidad.

¿Esta película podría haber sucedido en la última huelga de controladores?

Sí, porque siempre pasa algo. Cuando la escribimos era la nube de ceniza. El año pasado, sobre estas fechas, hubo una nevada que paralizó todo.

Al presentarla en Madrid dijo que le gustaba la crueldad. ¿Cómo lo refleja?

Poniendo a personajes patéticos en situaciones muy extremas. En Pagafantas era claro y aquí también por el hecho de que los personajes lo pasan mal y tú te recreas en eso. No me gusta el patetismo muy dramático, muy solemne, si no que los personajes tengan momentos muy bajos para que el espectador se enternezca.

¿Por qué dice que los vascos no expresan sus sentimientos?

Creo que es por vergüenza y sentimiento de culpa. Por eso me gusta tanto el humor de vergüenza ajena, porque es provocar a alguien, por ejemplo al personaje de Unax Ugalde, un tío al que le dan mucho palo las cosas. Es increíble el contraste que ves por la noche. Me acuerdo de la época de Vaya Semanita. Era muy amigo de Alejandro Tellería, El Pelanas, y solíamos salir. Durante el día había miradas furtivas y por la noche, de repente... Creo que necesitamos el alcohol como desinhibidor para abrir las puertas de la percepción.

Vuelve a contar con actores vascos en el reparto.

Es casualidad. En el caso de Gorka Otxoa, que era el protagonista de Pagafantas, venía de Vaya Semanita y ya había interpretado ese personaje. Era su versión mejorada y aumentada. Que Unax sea ahora el protagonista es casual. Y trabajas con Ramón Barea y Mariví Bilbao porque da igual que sean de Zambia que de Portugalete: son muy buenos. La cantera, la escuela y el mundo actoral en Euskadi es buenísimo.

La sombra de "Pagafantas" es alargada. ¿Puede pesar en la segunda?

Al contrario. Al ser un estilo similar, puede hacer que a la gente a la que le gustó Pagafantas le llame la atención. Va a contentar a mucha gente porque se lo pasarán muy bien. Si alguien entra a la sala con el cine lleno, va a estar riéndose hora y media.

¿Se diferencian los protagonistas de "Pagafantas" y "No controles"?

Sí. Tenemos a dos tíos bastante parados, en eso se parecen pero se diferencian en cuestión de carácter. El de Pagafantas es un mezquino, mentiroso. En No controles hablamos de un tío más vergonzoso. Lo que le pasaba al personaje de Pagafantas era que no tenía ninguna vergüenza y éste tiene muchísimo pudor.

¿Sigue con la idea de filmar una comedia sobre ETA?

Sí, Fe de etarras sigue. Al acabar la promoción de la película, me gustaría sentarme a escribir. Diego San José -el coguionista- y yo tenemos la experiencia de Vaya Semanita y tenemos el punto pillado. Vaya Semanita consiguió no ofender absolutamente a nadie y tenía la aprobación de todos. Si te gusta el tipo de humor o de sátira que tiene Vaya Semanita esta película va a tener eso exactamente. Lo hacemos por las ganas que tenemos de retomar ese sentido del humor.