La nueva apuesta de Atresmedia ya está aquí. Y lo hace en forma de serie que llegó el pasado 8 de octubre a Atresplayer Premium para seguir ahondando en las historias abiertas en La novia gitana, adaptación de la novela homónima de Carmen Mola. Ahora, en La red púrpura, algunos personajes continúan, mientras otros nuevos van sumándose a la trama. Mientras seguimos la historia de la inspectora Elena Blanco (Nerea Barros), damos la bienvenida a Roberto Álamo (Dimas), Carmen Prada (Marina), Nuria González (Rocío Narváez), o Andrés Gertrudix (Casto) entre otros muchos. Pero, ¿qué nos espera en esta nueva entrega de ocho capítulos? Nos lo cuentan la propia Barros y el director, Paco Cabezas. “Es increíble cómo puede estar mejor que la primera”, reconoce el realizador, que recuerda cómo esta serie habla de temas “muy potentes, de cosas que no se suele hablar en las series. Habla de los hijos, de cómo se puede querer a un hijo y que este se convierta en un monstruo... De qué hacer con un hijo que está yendo por un camino y no puedes detenerlo... Son cosas que están pasando en la sociedad y aquí las contamos de manera metafórica, pero creo que es una manera de impactar a la sociedad”, señala.

Y, como no ha pasado mucho entre la primera y la segunda entrega, reconocen que no han tenido mucho tiempo de reflexionar “en el buen sentido de la palabra. No nos ha dado mucho miedo. Era encontrarse con una familia, era muy bonito el rodaje, porque era violentísimo y oscurísimo, pero era como ‘Qué bien me lo estoy pasando’”, coinciden ambos, porque aseguran que “es una serie muy bestia a muchos niveles. He hecho series americanas como American Gods, que tiene una violencia muy pictórica, pero nunca ha llegado al nivel que llega esta serie”, señala Cabezas, que incide en que también se está contando una historia emocional e importante.

“Habla de los hijos, de cómo se puede querer a un hijo y que este se convierta en un monstruo”

En esta temporada nos encontramos con Elena Blanco, que ha descubierto que su hijo Lucas está vivo, y pertenece a la siniestra Red Púrpura. Han pasado seis meses y la inspectora oculta a su equipo que su hijo está entre ellos; solo Mariajo, su fiel confidente, conoce la verdad. En cuanto a la BAC, ha sido penalizada por el desenlace del caso Macaya, siendo trasladados a otra nave y lo único que pueden hacer es tirar de ese hilo que les dejó Vistas, “una red que se oculta en las profundidades de internet. Niños secuestrados, menores sin futuro, tratas de mujeres… la mercancía se negocia, los espectadores pagan y hasta se puja por los desenlaces de las víctimas”, recuerdan desde Atresmedia. En esta entrega se desarrollan por tanto más los personajes. “En esta temporada hay una evolución absoluta. Elena se rompe, se desestructura con mucha más facilidad porque los eventos que ocurren la van modificando continuamente. La BAC se rebela...”, introduce Barros.

En definitiva, los dos reconocen que están “muy orgullosos” con el trabajo hecho y con el resultado. “Nunca he tenido que llegar con Paco a una secuencia y tener una marca. Primero trabajamos el espacio y la secuencia, vemos lo que queremos hacer ahí y lo sentimos, y cuando lo tenemos claro entra el director de foto y se empieza a hablar de luz”, señala Barros como otro elemento a destacar de su trabajo con Cabezas.

“En esta temporada hay una evolución absoluta. Elena se rompe, se desestructura con mucha más facilidad”

Porque esta serie pretende ser, además, según su propio director, una historia teatral con un final “superpotente, que espero que la gente entienda que estamos hablando de una metáfora. Cuando estamos hablando de la relación tormentosa entre una madre y un hijo es una metáfora de lo que nos pasa a todos, pero que aquí se pone encima de la mesa”, concluyen. “Yo creo que en La red púrpura se cuenta muy bien cómo con todo lo que nos está pasando los hijos se distancian. Los padres se pierden, y se quedan con lo que tienen a mano que es Internet y las pantallas, y ven cualquier cosa. Y luego nos preguntamos por qué hay tan poca empatía. El problema del mundo es que cada vez hay menos empatía, y ahora mismo somos capaces de ver un asesinato y nos parece una cosa supernormal. Y eso es algo que no está bien”, añade Barros finalmente, a lo que Cabezas suma que espera que se entienda que están hablando de temas “muy fuertes” en la serie, y que para eso hay que poner en pantalla “cosas muy fuertes”.

Zinemaldia, lugar de presentación al mundo de ‘La red púrpura’

El Festival acogió durante esta edición a buena parte del elenco de esta sobrecogedora producción

El equipo de ‘La red púrpura’ en Donostia. Atresmedia

Tras un intenso rodaje, los integrantes del equipo que conforma La red púrpura visitaron Donostia para compartir, por primera vez con el mundo, el resultado de tan arduo trabajo. Y la ciudad los acogió con un cariño especial, porque todo Donostia se vuelca con los actores, actrices, productores y guionistas que durante unos días pasean por la ciudad con motivo de esta cita tan señalada que ya está marcada en las agendas de muchos seguidores del séptimo arte. Tal y como ellos mismos reconocieron en rueda de prensa, esta no era la primera vez que visitaban San Sebastián. Y es que el año pasado, con motivo del estreno de La novia gitana, ya estuvieron por la ciudad para presentar aquel nuevo proyecto, como ha ocurrido en esta ocasión. Pero, ¿cómo vivieron su paso por el festival tanto el elenco como el equipo de rodaje? Durante la presentación tomó la palabra Paco Cabezas para decir que era “maravilloso”. “Estar en el festival de San Sebastián en este marco es inmejorable. Nosotros ya desde Atresmedia lo venimos haciendo con cine, y desde hace tres años con la ficción”, explicaba Montse García, directora de ficción de Atresmedia, al inicio de la rueda de prensa, a cuya voz se sumó la de Emilio Sánchez Ceballos (director de la plataforma), que explicaba que San Sebastián es “una cita icónica para nosotros, para el grupo y para la plataforma. Hemos estado en años anteriores presentando ficciones, y creo que no hay mejor entorno para venir para una plataforma como la nuestra. La ficción está en nuestro ADN, es un pilar fundamental de la oferta de la plataforma, y poder venir a presentarlo en este marco es un placer”.

Preguntados por la acogida por parte del público vasco en esta ineludible cita con la cultura en todo su esplendor, la directora de ficción de Atresmedia sumó además a estas declaraciones que es “fantástico”. “No tenemos mejor recibimiento. Nos reciben allá donde vamos muy bien”, explicaba. Y el director de este proyecto, Paco Cabezas, añadía además algo que él mismo considera esencial, y es que cada vez se diferencia menos entre lo que es películas y lo que son series. “Creo que todo es cine de alguna forma. Es muy bonito que podamos hablar en general de cosas que nos mueven y que nos emocionan”, señaló.

Al detalle

La red púrpura es la continuación de la historia iniciada en La novia gitana. Se trata de un importante proyecto, una de las grandes apuestas de Atresmedia para este año, que además conforma la adaptación a la pantalla de la exitosa saga de Carmen Mola.


Algunos de sus personajes están interpretados por actores y actrices como Nerea Barros (que vuelve a ponerse en la piel de la inspectora Elena Blanco), Lucía Martín Abello (Chesca), Ignacio Montes (Zárate), Mona Martínez (Mariajo) y Vicente Romero Sánchez (Orduño). Todos ellos han estado nuevamente bajo la dirección de Paco Cabezas (Tokarev, Adiós, Spanish Movie, etc.).


La serie incorpora además para sus nuevas tramas a los actores Roberto Álamo (Dimas), Carmen Prada (Marina), Nuria González (Rocío Narváez), Andrés Gertrudix (Casto), María Morales (Soledad), Michel Herráiz (Daniel), Font García (Alberto), Unai Mayo (Lucas), Andrés Lima (Kortabarria), Maria Mercado (Aurora) y Hugo Prieto (Lucas niño), entre otros.


Nuevas historias

En esta entrega, la inspectora Elena Blanco ha descubierto que su hijo Lucas está vivo, pero pertenece a la siniestra Red Púrpura, de la que le habló Vistas antes de su dramático desenlace. Han pasado seis meses y la inspectora oculta a su equipo que su hijo está entre ellos; solo Mariajo, su fiel confidente, conoce la verdad.