El estreno de la serie El cuerpo en llamas, en torno al llamado crimen de la Guardia Urbana no estuvo exento de polémica. En los días previos a su lanzamiento, los dos condenados por el caso, Rosa Peral y Albert López, solicitaron que se paralizara el estreno por si pudiera atentar contra su derecho al honor. Una petición que no prosperó.

La serie llegó acompañada del documental Las cintas de Rosa Peral, que ha provocado una cascada de reacciones contrarias y el enfado de varios de los participantes en el mismo que aseguran que la cinta cuenta los hechos desde una sola perspectiva. No cabe duda de que toda esta polvareda está siendo una más que bienvenida campaña de marketing para la promoción del documental por parte de Netflix.

ENGAÑADOS

Quien más ha mostrado su descontento ha sido el fiscal del caso, Félix Martín, quien ha asegurado en una entrevista concedida al programa Si amanece nos vamos, de la Cadena Ser, sentirse muy decepcionado “de que no se me dijera cuál era la pretensión y que yo tuviera la libertad de decidir si participar en las condiciones en que se hizo. No se me dijo conscientemente porque sabían que si me lo hubieran dicho no habría participado”. Martín afirma que fue engañado haciéndole pensar que lo que se pretendía era dar valor al trabajo de la justicia. “Trataron de convencerme por todos los medios alegando que se iba a intentar dar una nueva óptica al asunto centrada en la forma en que los operadores jurídicos preparamos estos asuntos, y que eso era bueno para que la sociedad comprendiera en qué consiste nuestro trabajo”. El fiscal insiste en que el documental obvia a la víctima y no presenta las pruebas que existen.

Carles Vidal, director de Las cintas de Rosa Peral, afirmó en unas declaraciones a TV3 que habían ocultado su idea y la participación de Peral en la cinta. “No les dijimos que Rosa iba a participar. Ya estábamos hablando con ella y nos daba miedo que saber que Rosa participaría pudiese modificar su relato”, en alusión a la intervención de los protagonistas y el fiscal.

Estas afirmaciones han provocado reacciones como la de Toni Muñoz, periodista autor del libro Solo tú me tendrás, en el que se basa la serie El cuerpo en llamas, quien destaca que “el problema no es sólo no decirnos que saldría Rosa Peral, sino decirnos que el enfoque del documental sería imparcial. Hablar de combatir el relato hegemónico obviando las pruebas clave del juicio y manipulando parte de los interrogatorios es una vergüenza”.

Por su parte, la periodista Mayka Navarro, que también participa en el documental de Netflix, sostiene que “no se trata de lo que yo hubiera dicho o no se hubiera sabido que era un documental parcial; esto no habría variado. Lo que ocurre es que yo no habría participado en un documental que intenta cuestionar el caso denunciando que hubo un trato sexista hacia Rosa Peral”.