Arranca la temporada de esquí con nieve artificial y mucha tecnología innovadora
La nieve artificial o esquiar en plena ciudad son tendencias al alza para atraer a más personas y hacer más accesibles los deportes de nieve. Repasamos las últimas novedades del sector
Los amantes del esquí y el snowboard ya han empezado a tachar en el calendario los días que faltan para la nueva temporada. Será a finales de este mes de noviembre cuando puedan volver a ponerse las botas, trajes, gorros y demás indumentaria para pisar la nieve y disfrutar practicando estos deportes en la mayoría de estaciones de nuestro entorno. Y, aunque los puertos y pistas dependen de las condiciones meteorológicas para que haya nieve, en un futuro no será tan necesario depender de la climatología. ¿Por qué? Pues porque existen máquinas generadoras de nieve. No es algo nuevo, pero sí una propuesta que va al alza debido al cambio climático.
En más de la mitad de las pistas esquiables del Estado ya cuentan con máquinas que fabrican nieve. Pero la empresa italiana que ha desarrollado este tipo de herramienta denominada SnowFactory va un paso más allá y es capaz de producir toneladas de nieve cada hora aunque la temperatura supere los 0ºC. De esta manera, pistas del Pirineo aragonés donde ya cuentan con estos artilugios no tendrán que esperar a que la nieve caiga del cielo para inaugurar la temporada. De hecho, en Formigal y Javalambre ya disponen de cuatro máquinas que trabajan día y noche para tener todo listo para el 29 de noviembre.
En otros países como Finlandia también pueden abrir las pistas de esquí antes de que caiga un copo de manera natural porque utilizan la nieve del año anterior. Cuando termina la temporada, en la estación de Ruka, las máquinas recogen grandes cantidades de nieve y la llevan a la zona norte, donde se puede conservar con serrín, aunque la nieve se ensucia; con tela aislante blanca aunque se pierde casi la mitad de la nieve; o con un aislante plástico especial con el que se conserva cerca del 80% y sin ensuciar. Así, cuando llega el otoño, las máquinas reparten la nieve por las cinco pistas, que se podrán utilizar hasta mayo. Se trata de un método de conservación ecológico y energéticamente eficiente por el que ya apuestan más países como Austria, Suiza, Canadá, Italia y Noruega.
Esquiar sin estación de esquí
Es posible esquiar sobre nieve artificial, pero, ¿se puede hacer sin montañas, sin pista de esquí? Esa es la idea de la startup australiana Snowtunnel, que ha diseñado túneles de esquí gigantes giratorios para deslizarse sobre la nieve en cualquier parte. Son cilindros de 12,5 metros de diámetro y 16 metros de ancho que simulan una pendiente infinita, como si el esquiador estuviese surfeando. Se trata de una estructura desmontable para poder colocar en cualquier lugar que incluye cañones que lanzan nieve natural. Se espera que el primer parque Snowtunnel se instale en Australia en 2027.
Los indispensables
En cuanto a los complementos para realizar esquí, snowboard u otro deporte en este terreno, es necesario llevar casco y si cuenta con la última tecnología para ofrecer mayor seguridad, mejor. Es lo que ofrecen los cascos MIPS. Estos incluyen por dentro una capa de baja fricción que permite separar la cabeza del casco unos milímetros para que, en caso de impacto oblicuo, se muevan por separado. Esto conlleva menos torsión para la cabeza y más deslizamiento amortiguado, ya que normalmente, los golpes en la cabeza en personas que practican estos deportes no se producen por caídas verticales o choques frontales. Distintas marcas ofrecen este tipo de protección en modelos para hombres y mujeres.
Y si se añaden unas gafas como las Provuu, se obtendrá una protección completa. Se trata de unas gafas de realidad aumentada que mejoran la visibilidad sin importar las condiciones meteorológicas, especialmente cuando hay niebla.
Otra opción es apostar por gafas que aporten información en tiempo real gracias a la tecnología HUD (Head-Up Display), desarrollada originalmente para la aviación y automoción. Existen varios modelos que ofrecen datos como velocidad o ubicación, incluyen conexión Bluetooth y pueden conectarse con otras gafas, etc.
Y ahora sí comienza la cuenta atrás para la temporada de nieve.
Terreno más seguro
Cuando pisamos la nieve, muchas veces no sabemos qué hay debajo, si es seguro caminar. Por eso, se ha diseñado SIMBA (Snow Ice Mass Balance Apparatus), un dispositivo autónomo con sensores que mide con precisión la estabilidad de la nieve y el hielo. En principio, este artilugio se creó para investigar el Ártico, pero los últimos modelos ya se utilizan en Europa y Canadá para pronosticar avalanchas, monitorear la seguridad en carreteras con hielo o detectar riesgos de inundación.
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