Síguenos en redes sociales:

"La inteligencia artificial es como un martillo: se puede usar para destruir o para construir"

Ayer se celebró en el Kursaal el evento 'Entendiendo la IA', en el marco de la XII Semana de la Innovación

"La inteligencia artificial es como un martillo: se puede usar para destruir o para construir"N.G.

La inteligencia artificial (IA) es una realidad que ha llegado para quedarse y con la que la sociedad debe aprender a convivir. Su presencia es constante en nuestra vida cotidiana, y en el futuro su influencia no hará más que aumentar. Vista la situación, es necesario tener claros los beneficios y riesgos que presenta esta tecnología no exenta de controversia pese a las innumerables posibilidades que ofrece.

Precisamente, entender la IA sin mitos, conocer aplicaciones reales y ver cómo impacta en nuestro entorno fue el objetivo de la sesión divulgativa Entendiendo la IAque tuvo lugar ayer en el auditorio Kursaal de Donostia, un evento impulsado por Fomento de San Sebastián en el marco de la WeekInn, la XII Semana de la Innovación.

El acto estuvo moderado por Jaime García Cantero, analista independiente, quien puso de manifiesto que, aunque está en boca de todos, esta tecnología aún resulta “tremendamente desconocida” e incluso genera cierto recelo. “La IA transforma nuestro día a día. Es una herramienta fundamental para resolver problemas relevantes a los que nos enfrentamos como sociedad”, aseguró.

Una vía para facilitar nuestras vidas

También participó en la ponencia Laura Diz, responsable de comunicación de Baic, el centro vasco de inteligencia artificial, que remarcó la labor que lleva a cabo su compañía para acercar la IA tanto a individuos como a empresas. Asimismo, explicó que la IA “no solo es Chat GPT", sino que existen muchas otras herramientas, como, por ejemplo, "los sistemas de traducción a tiempo real que se utilizan en sesiones como esta”.

Por otro lado, Diz reveló que para hacer un uso eficaz de la IA los datos son indispensables: “La IA aprende de la información que le proporcionamos. Si queremos respuestas de calidad, los datos deben estar a la altura. Chat GPT, por ejemplo, no es una herramienta infalible. Somos nosotros quienes tenemos la obligación de supervisar si lo que nos dice es correcto o no, ya que, si no dispone de suficiente información, las respuestas pueden ser erróneas”.

Desmitificando la IA

Como sociedad solemos cometer el error de relacionar a la inteligencia artificial únicamente con los robots. “El mito de que van a dominar el mundo y desterrarán a los seres humanos está muy extendido, pero no es así. La IA nos sustituye en la realización de tareas concretas para que, de esta manera, las personas podamos centrarnos en otro tipo de quehaceres. Por supuesto, ha introducido cambios en nuestra forma de trabajar, y eso no tiene por qué ser negativo. Sin ir más lejos, el año pasado en las empresas de Euskadi se demandaron más de 1.400 perfiles relacionados con la IA”, explicó Diz.

Una herramienta para hacer el bien

A su vez, Liz destacó que depende de nosotros llevar a cabo un uso adecuado de la IA: “Yo la suelo comparar con un martillo: se puede utilizar para destruir y para construir. Nos debemos quedar con la segunda opción”, apuntó, al tiempo que expuso los grandes beneficios que proporciona esta herramienta en lo que respecta a la salud, la educación, el transporte o el medioambiente: “Nos ayuda a detectar enfermedades de forma prematura y personalizar tratamientos médicos, adaptar el aprendizaje, gestionar la movilidad o identificar patrones climáticos”.

Una visión humanista

La segunda parte del evento se centró en una mesa redonda en la que intervinieron Maitane Valdecantos, abogada y socia de Audens, e Iván Piris, ingeniero que está llevando a cabo un máster sobre IA. Valdecantos declaró que es una firme defensora de la regulación de la IA que existe en Europa debido a su visión humanista: “El objetivo es promover una innovación responsable basada en la seguridad, los derechos y la salud de las personas. Se valoran los riesgos que puede generar la IA. Al fin y al cabo, no respetar los derechos fundamentales sale baratísimo”. No obstante, Valdecantos señaló que es imprescindible que la sociedad entienda lo que hay detrás de la IA: “Su impacto solo será valioso si la gente llega a comprenderlo”.

Para concluir, Piris explicó que en su máster no solo estudian asignaturas relacionadas con la estadística, la programación o la robótica, sino que también se pone el acento en aspectos éticos: “Se nos enseña a desarrollar un pensamiento crítico con el fin de analizar las consecuencias morales o éticas que acarrean nuestras decisiones”.