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El Ártico ya no es lo bastante frío contra las especies invasoras

Detectan por primera vez un percebe invasor en aguas canadienses gracias al análisis de ADN ambiental

El Ártico ya no es lo bastante frío contra las especies invasorasEP

Científicos han detectado el ADN de una especie marina invasora en el Ártico canadiense, lo que sugiere que las aguas de la región ya no son lo suficientemente frías como para constituir una barrera natural.

El innovador estudio, publicado en Global Change Biology por investigadores del British Antarctic Survey (BAS), proporciona la primera evidencia de una especie de percebe invasora no autóctona en el Ártico canadiense.

El cambio climático está calentando el Ártico casi cuatro veces más rápido que en cualquier otro lugar de la Tierra. Como resultado, las aguas árticas canadienses están perdiendo su barrera térmica contra las especies invasoras. Anteriormente, estas aguas frías impedían que las especies invasoras se desplazaran hacia el norte y establecieran poblaciones.

Los científicos utilizaron la metacodificación de barras de ADN ambiental (eDNA), una técnica que permite identificar múltiples especies a partir de una sola muestra de agua, para realizar el descubrimiento. A medida que los organismos se desplazan por el agua, dejan rastros genéticos a través de células cutáneas, desechos y otros materiales biológicos, conocidos como ADN ambiental (eDNA). Los investigadores recolectaron estas muestras de eDNA a bordo de cruceros que operaban en las concurridas rutas marítimas del Ártico. Gracias a esta técnica, los científicos ahora pueden detectar especies invasoras sin siquiera verlas.

Los investigadores detectaron un percebe de bahía (Amphibalanus improvisus), una especie marina invasora que ya predomina en aguas europeas y el océano Pacífico, contribuyendo a la bioincrustación de barcos, tuberías y otras infraestructuras, así como a la perturbación ecológica.

La detección de este percebe marca la primera identificación de este animal en el entorno marino del Ártico canadiense, lo que demuestra que la metacodificación de ADN ambiental (eDNA) es una herramienta eficaz para monitorear la llegada de especies invasoras.

Las especies marinas invasoras suelen llegar al Ártico canadiense en los cascos de los barcos y en el agua de lastre. Este tráfico marítimo ha aumentado más de un 250 % desde 1990, y los científicos ahora investigan los mayores riesgos ecológicos que esto representa.

NUEVAS RUTAS DE NAVEGACIÓN

La autora principal, Elizabeth Boyse, ecóloga del British Antarctic Survey, explica en un comunicado: "El cambio climático es la raíz de este problema. El número de barcos está aumentando debido a la reducción del hielo marino, lo que abre nuevas rutas de navegación. Además, las especies invasoras que los barcos traen al Ártico también tienen más probabilidades de sobrevivir y establecer poblaciones debido al aumento de la temperatura del agua".

Las especies invasoras presentan diversos desafíos. Pueden desplazar a los organismos nativos, alterando los ecosistemas y afectando a las comunidades indígenas que dependen de los recursos marinos para su seguridad alimentaria. Entre 1970 y 2017, las especies acuáticas invasoras han costado alrededor de 345.000 millones de dólares debido a daños a la infraestructura, la alteración de los ecosistemas locales y las iniciativas de gestión.

Los científicos determinarán ahora si el percebe detectado representa larvas en tránsito o una población reproductora. Los autores afirman que el uso de ADN ambiental para detectar especies no nativas en zonas poco estudiadas, en combinación con observaciones directas de científicos ciudadanos y comunidades locales, podría proporcionar una herramienta clave de monitoreo para la detección de especies invasoras en esta zona en rápida evolución. El estudio se publica en Global Change Biology.