¿Cómo sería clonar neandertales para que volvieran a estar entre nosotros? ¿Qué pasó realmente con ellos? Esta es la historia que descubrimos en Nación neandertal, el libro del físico que en estos momentos trabaja en Ikerbasque J.J. Gómez Cadenas (3 de junio de 1960, Cartagena), y que nos invita a explorar, en materia de ciencia ficción cuestiones como las inteligencias artificiales, las clonaciones y los límites éticos de la ciencia. 

Se suele hacer la pregunta últimamente de cuántas veces al día pensamos en el Imperio Romano. ¿Cuántas veces piensa usted en los neandertales?

(Risas). Pues en los últimos años muchas. Es verdad que me he escapado de pensar mucho en el Imperio Romano porque estaba muy ocupado pensando en los neandertales. Fíjate, muchas, pero lo curioso es que no es nada nuevo. La novela está llena de personajes obsesionados, y hasta cierto punto si quisiéramos podríamos incluir al autor de esta novela como un personaje obsesionado. Porque, fíjate, la historia con los neandertales empieza en el año 1975. Ese año yo estaba cursando el último año de Bachillerato, y se descubrieron los restos de Lucy. Mi profesora de Filosofía y Letras nos dijo: “¿Por qué no hacéis un trabajo sobre evolución humana?”. Y allá que nos pusimos. Haciendo aquello te tropiezas con los neandertales, pero en 1975 eran los tontos de la familia. Eran humanos y todo lo que quisieras, pero los listos éramos nosotros. Yo recuerdo ya, en 1975, cuando presentamos este trabajo, que partíamos una lanza a favor de ellos. Y de ahí te tienes que saltar 10 años, a 1984. Yo estaba en Estados Unidos como investigador posdoctoral, y en ese momento sale la peli de El clan del oso cavernario. ¿Y quién es la prota? Daryl Hannah, una chica de metro noventa, ojos azules, rubísima. ¿Y los neandertales cómo eran? Bajitos, encorvados y cejijuntos. Otra vez sentí esta sensación de decir: “Jolín, qué manera de contar la historia siempre desde nuestro punto de vista”. En aquella época escribí un par de relatos, y ahora saltamos a 2014. Ese año Svante Pääbo (Nobel de Medicina en 2022) publica un borrador del genoma neandertal. Yo pensé que si había genoma, naturalmente ese genoma se puede clonar. La idea me pareció tan sugestiva e inquietante, porque las consecuencias no son pocas, que dije que tenía que escribir sobre esto. Así que llevo pensando en neandertales una temporada bastante grande. 

Su última novela se titula 'Nación neandertal' . Pankra Nieto

¿Siente que aún hoy seguimos viendo a los neandertales con esa visión paternalista?

Sí y no. Se ha mejorado, y de hecho en algunos casos hemos pendulado hacia el otro lado. Hacia mediados de los 90 ha habido muchísimo trabajo de divulgación sobre ellos. Hay todo un sector que se ha ido al otro lado: “No, mira, son igual que nosotros, en algunos aspectos incluso mejores...”. Pero yo creo que poco a poco se está estableciendo la imagen que quiero reflejar en la novela; que es que éramos no peores ni mejores ni equivalentes. Éramos dos especies humanas con sus diferencias insalvables en cierto sentido pero también preciosas

En la novela nos habla de temas como clonaciones de mosquitos, mamuts, de neandertales... Los límites físicos y tecnológicos nos quedan claros. Pero, como científico, ¿dónde pondría los límites éticos o morales en todo esto? 

Como autor de la novela he querido dejar que los personajes hablen, porque los grandes dilemas éticos tienen dos complicaciones: la primera, que son complejos. Y la segunda, la tentación de dar una respuesta tajante. Si me preguntas si estoy a favor o en contra de la pena de muerte te digo que en contra. Si me preguntas si estoy a favor o en contra de clonar humanos, la respuesta es depende. ¿Hay alguna razón suficientemente potente que justificara que lo hiciéramos? Si la hubiera nos podemos sentar hablar. Si no, no. ¿Hay alguna razón que justifique clonar neandertales? En esta novela hay una persona que está segura que esto es así y otros que dicen que no. Lo que yo he intentado es exponerle esas razones al lector de manera dramática y dejar que el lector haga sus reflexiones

Uno de los argumentos que se usan en la novela para justificar la clonación es que somos responsables directos de su desaparición. Con los datos que tenemos ahora, ¿es eso realmente así? 

No lo sabemos, pero la respuesta sencilla es no. Nosotros somos una especie animal más, igual que los neandertales, y todos estamos jugando el mismo juego, que es el juego que dicta mamá evolución. Los neandertales estaban dentro del juego, nosotros también. ¿Nos encontramos con ellos? Sin duda, porque tenemos un 2% de genes neandertales. ¿Nos peleamos con ellos? Probablemente, en según qué circunstancias. ¿Tuvimos historias de amistad y amor con ellos? Seguro, porque si no no tendríamos ese 2% de genes. ¿Influimos en su desaparición? Quizá o quizá no.

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Como especie sí se habla ahora de que somos responsables de la desaparición de varios cientos de especies.  

Y ahí sí. Nosotros ya no somos a día de hoy solo una especie animal en manos de la evolución. Hemos desarrollado una cultura y una tecnología que nos hace perfectamente conscientes, que tenemos la capacidad de influenciar sobre nuestro sistema. Ahora sí tenemos una responsabilidad moral

En la novela también habla de que no se podrían clonar dinosaurios, lo cual sería una muy mala noticia para los fans de Jurassic Park... 

(Risas). Es muy difícil, porque para clonar una especie desaparecida primero tengo que tener una célula de una especie parecida. En el caso de los dinosaurios podríamos pensar en las aves. Pero lo segundo que tengo que tener es la información genética. El ADN no sobrevive mucho tiempo. Hemos podido secuenciar ADNs de 40.000 años, podríamos llegar a 100.000. Pero tanto como 60 millones... A día de hoy no parece factible que haya ADN que sobreviva 60 millones. Podemos hacer un parque pleistoceno, tener tigres dientes de sable, mamuts... Pero Jurassic Park va a estar complicado.