Huyendo de la lluvia y del frío, Sorarrain ha hecho de Salou su centro de operaciones durante la última semana. Aprovechando que el Caja Rural viajaba este viernes a la Vuelta a Turquía desde el aeropuerto de Barcelona, el corredor tolosarra ha acumulado largos y soleados entrenamientos a orillas del Mediterráneo, de cara a un regreso a la competición que se escenificará este domingo en Antalya, salida y meta de la primera etapa otomana. Gorka quiere dejar atrás desde ya mismo un negativo arranque de curso marcado por antibióticos, enfermedades e incluso operaciones. “El ciclismo es así. Y la vida también”, explica resignado y optimista.

Lunes 10 de marzo. París-Niza. Y a 21 kilómetros de meta...

Sólo llegué a correr una etapa y media de esa carrera, pero fue suficiente para comprobar la tensión que se respira en ella. La gente pelea la posición en cada curva, en cada cruce. Antes de la llegada pasábamos una primera vez por meta, en una calle muy estrecha donde la organización, además, tuvo que colocar esa especie de traíler con la tribuna de prensa. A 150 metros de la línea se hacía ya un embudo, con las vallas, y nos fuimos varios al suelo. 

Fractura de clavícula.

Yo nunca me la había roto. De hecho, no me había roto un hueso en mi vida. Desde un principio supe que tenía algo ahí, pero no sabía muy bien el qué. ¿Quizás sólo una fisura? Me levanté para intentar acabar la etapa y al segundo ya estaba completamente mareado. El doctor de carrera me palpó un poco la zona y dijo al instante que había fractura.

Tras mes y medio parado, vuelve ahora a ponerse un dorsal. ¿Cómo ha ido la recuperación?

Entre el viaje de vuelta, la revisión con la mutua del equipo, la decisión de operar y el tener que encontrar hueco en el quirófano, la cirugía no me la hicieron hasta una semana después. Pero a partir de entonces todo se ha dado bien, según los plazos marcados. En cinco días ya me pude subir al rodillo, y luego empecé a salir a la carretera. No he tenido problemas.

Ficha de Gorka Sorarrain.

Ficha de Gorka Sorarrain. N.G.

Al menos una buena noticia, dentro de un arranque de temporada cruzado...

Sí, sí, totalmente cruzado, y eso que la preparación invernal había sido muy buena. Luego empecé en Arabia con una caída cuya herida se me infectó, así que, ya de vuelta en casa, tuve que estar una semana con antibióticos. Después, en la Volta al Algarve, fui encontrándome mal con el paso de las etapas y acabé la carrera enfermo, con un virus. Y finalmente vino lo de la clavícula. Han sido meses duros, en lo físico e igualmente en lo psicológico, pero tampoco es que me haya hundido. De hecho, creo que lo he llevado todo muy bien, y estoy con muchas ganas de empezar a darle la vuelta a mi 2025.

¿Desde ya mismo en Turquía?

Sí, aunque ni mi preparador ni yo mismo nos hemos querido volver muy locos. Me esperan ahora dos meses intensos, con un calendario amplio y muy chulo, así que vengo de una especie de pretemporada, con entrenamientos largos y no muy intensos. Serán los kilómetros de competición quienes me vayan permitiendo afinar sobre la marcha, y Turquía sólo es el principio.

Su agenda

Hábleme de ese calendario “chulo”.

Tengo asignados los Cuatro días de Dunkerque y Boucles de la Mayenne, así como varias clásicas en Francia y Bélgica que se pueden adaptar bien a mis características, con recorridos sinuosos pero sin puertos largos. Luego terminaré el bloque en los Campeonatos de España. Creo que de aquí a finales de junio me salen 26 días de competición. Seguro que surgen oportunidades.

Quería preguntarle por dos carreras en concreto: la Itzulia y la Vuelta a España.

La Itzulia me hacía ilusión y estaba en mi plan inicial. Pero luego nos invitaron a la París-Niza con dos semanas de antelación y, al entrar en ese equipo, quedé fuera del de la propia Itzulia, como reserva. Tenía mis esperanzas de que terminara haciéndose un hueco, pero se esfumaron con la caída.

¿Y la Vuelta a España?

Correrla es un objetivo. Pero tengo que ganármelo en la carretera. Los directores nos dijeron desde un principio que, en caso de que el equipo disputara la Vuelta, nadie iba a tener su plaza garantizada y que todo se iba a basar en nuestros méritos deportivos.

En lo que respecta a su rendimiento, me decía ahora que llega algo justo a Turquía, pero que en invierno sus sensaciones eran buenas.

Sí, a Arabia en enero fui bien, con confianza y asentado ya en el profesionalismo. ¿Que con qué nivel? A ver, lo cierto es que en mis primeras carreras no suelo dar los mejores números, y que estos llegan siempre al final de cada bloque. Cuando mejor anduve el año pasado, por ejemplo, fue en mayo y en octubre. Por eso te destacaba el calendario que me espera ahora, porque voy a tener tiempo y carreras para poder alcanzar un pico alto de forma.

En agosto de 2023 fichó por el Caja Rural, firmando hasta finales de 2025... ¡Cómo pasa el tiempo!

Muy rápido. Han pasado casi dos años de aquello, y ya me siento casi un veterano en el equipo. ¿El futuro? Soy consciente de que mi actual contrato acaba en diciembre, pero no pienso mucho al respecto, porque hacerlo no me va a aportar nada. Estoy concentrado en entrenar y dar el máximo de mí mismo. Lo que venga luego será producto de mis resultados y, por lo tanto, de mi trabajo.