Soplan aires de cambio en el ciclismo, un deporte que se transforma a la velocidad de la luz cuestionando sus más tradicionales procederes. Nada es como hace diez años, ni siquiera como hace cinco, algo que afecta al modo en que los corredores y sus equipos diseñan los calendarios de competición. Cuando toca pegarse un dorsal a la espalda, hay que exprimirse al límite, sin ahorrar energía, porque para prepararse ya están los entrenamientos y las concentraciones en altura. En la agenda de un elevado porcentaje del pelotón existen huecos preestablecidos para acudir a lugares como Sierra Nevada, Teide o Livigno (Italia) y pasar en torno a dos semanas a más de dos mil metros por encima del nivel del mar. ¿Con qué objetivo? Tres profesionales guipuzcoanos explican sus experiencias actuales o recientes.

Gorka Sorarrain, el 'novato': "Me costaba recuperar cualquier esfuerzo"

El ciclista tolosarra del Caja Rural volvió a casa este mismo domingo tras algo más de dos semanas de concentración en Sierra Nevada, la primera que completa en su todavía corta carrera. “El objetivo es llegar bien a la Itzulia, así que las conclusiones las sacaremos entonces, pero de momento me encuentro bien, satisfecho”. Sorarrain, eso sí, pagó la novatada cuando a principios de mes se instaló en las montañas granadinas. “Me costaba recuperar el aliento tras cualquier esfuerzo cotidiano. Luego salía a entrenar y las pulsaciones se disparaban, unas quince (por minuto) más de lo normal. Luego ya vas acostumbrándote”.

Gorka dice que ha “oído y visto de todo” respecto al modo en que estas estancias afectan a los ciclistas. “Hay gente que baja de la altura el día inmediatamente anterior a la competición. Y otros, mientras, lo hacen con mayor antelación, porque las concentraciones previas no les han sentado del todo bien en el corto plazo. Ya te digo que yo me encuentro bien, pero aún es pronto. Como es la primera vez que vengo, vamos a actuar con precaución y vuelvo a casa una semana antes de la crono de Irun. Eso sí, el sábado participaré en el Gran Premio Indurain, en Estella. También me han comentado que puede venir bien un día de competición así, antes del objetivo, para quitar la carbonilla”. Sorarrain es consciente de que dejarse ver en la Itzulia resultará muy difícil, pero quiere llegar lo mejor posible a su doble debut: en la prueba de casa e igualmente en una carrera del World Tour.

La experiencia de Alex Aranburu: "Con los años vas acostumbrándote"

De Gorka Sorarrain a Alex Aranburu. De la inexperiencia a una trayectoria plagada de concentraciones en altura. El corredor ezkiotarra del Movistar atiende a NOTICIAS DE GIPUZKOA desde el Teide canario, donde permanecerá hasta el jueves para terminar de preparar su regreso a la competición. “Esta vez me he venido por mi cuenta, no porque lo hubiéramos hablado con el equipo. Entre que llevo sin correr desde Mallorca en enero (se rompió la clavícula en la Challenge) y que en casa el tiempo no estaba siendo bueno, aposté por venir para completar dos semanas y media de buenos entrenamientos. ¿Si me sienta bien la altura? Sí. Si hago las cosas bien por aquí, luego noto una mejoría en el estado de forma”.

La experiencia ayuda a asimilar la altitud, pero no evita pagar ciertos peajes. “A mí siempre me pasa lo mismo”, explica Aranburu. “Llego y el primer día ando con dolor de cabeza, o resoplando por subir unas simples escaleras. Pero también pienso que el cuerpo se va haciendo con el paso de los años. Yo llevo varias temporadas realizando dos o tres concentraciones en cada una. En 2023, por ejemplo, me tocó antes de Tirreno-Adriático y antes del Tour. El metabolismo se acostumbra, porque a mí mismo me costó asimilar alguna de mis primeras experiencias”. Ahora, en cambio, el ezkiotarra mira con confianza al futuro. “Vuelvo justo para correr Indurain e Itzulia. ¿Que igual me toca pasar ahí un pequeño bache de rendimiento? No lo sé. El caso es que tampoco tenía mucho margen para encajar la concentración y que, más a largo plazo, esta seguro que me viene bien pensando en Ardenas y Romandía”.

Jon Agirre, directo a la Volta: "Hay que hacer todo lo posible para mejorar"

Sorarrain volvió este domingo de Granada. Aranburu sigue en el Teide. Y el arroarra Jon Agirre (Kern Pharma) acaba de concluir la Volta a Catalunya, prueba que inició el pasado lunes tras viajar directamente desde Sierra Nevada el jueves previo. Él sí notó, en la etapa inaugural de Sant Feliu de Guìxols, ese pequeño bache que puede darse tras una concentración. “Era mi primera jornada de competición en mes y medio. Cuatro días antes, había bajado desde el Centro de Alto Rendimiento. Y la verdad es que las sensaciones no resultaron buenas. No llevaba buenas piernas. Afortunadamente, al día siguiente ya le pude dar la vuelta, y eso que llovió mucho, algo que sobre el papel no me conviene”, recuerda sobre la montañosa segunda etapa que concluyó en Vallter 2000.

A sus 26 años, Agirre es ya un habitual de las concentraciones en altura. “Todas las temporadas hacemos varias. Esta última ha sido de 16 días. Sometes a tu cuerpo a estímulos que no tienes en casa: la altitud, los entrenamientos largos... A mí me suelen venir muy bien. Luego, en carreras por etapas, sientes que recuperas mejor de un día para otro. Y aquí cada detalle suma. El nivel en el pelotón resulta tan alto que tenemos que aprovechar cualquier opción que se nos presente para mejorar”, subraya el corredor guipuzcoano, quien vive ya su quinta campaña como profesional con la escuadra navarra.