Brive-la-Gaillarde. Los tuit de Michelle Cound, la novia de Chris Froome, que dejan entrever el resentimiento del ciclista por no poder intentar ganar el Tour de Francia a su compañero de equipo Bradley Wiggins, son la única grieta en la aparente paz que disfruta el Sky estos días. La novia del ciclista ya ha dejado en dos ocasiones ver que la prometida fidelidad de Froome a Wiggins es menos llevadera de lo que el corredor asegura cuando le acercan un micrófono.

La última muestra la dio en la noche del jueves, después de que su novio tuviera que esperar a Wiggins en varias ocasiones durante el ascenso al Peyragudes, última dificultad montañosa de la jornada. "Maldita sea, ¡tiraaaaaaa!", escribió en la red social en el mismo momento en el que Froome dejaba patente su superioridad en la montaña frente al portador del maillot amarillo. "De repente se me han quitado las ganas de ir a París el domingo... Vaya broma", agregaba minutos más tarde en la misma red social, después de que el ciclista nacido en Kenia frenara el paso y aguardara a su jefe de filas para entrar juntos en la meta, lo que le privó de toda opción de victoria en la etapa.

No fue el jueves la primera vez que Michelle Cound se refería a la rivalidad entre Froome y Wiggins, lo que llevó a los dirigentes del equipo Sky a intervenir para evitar que prosiguieran unos comentarios que rompen la paz en las filas del equipo. Pese a todo, la novia de Froome siguió tuiteando sin importarle lo qué dijera el equipo: "Yo sé cuánto quería Chris ganar esta etapa, así que podéis desaprobarme todo lo que queráis".