donostia. Antes de colgar el teléfono y regresar a sus asuntos, Gorka Gerrikagoitia, 38 años, pide unos segundos más para hablar de los habitantes de las sombras. Quiere mencionar a todos: mecánicos, masajistas, auxiliares, directores, preparadores, gregarios... "Gente imprescindible de la que nunca se habla". Es de donde él viene, del anonimato, un lugar, dice, acogedor y tranquilo donde se trabaja lejos de la tensión que generan los focos. Fue corredor de Euskaltel-Euskadi desde 1997 a 2003 y, seguido, Madariaga le reclutó para ser director. Primero, a la sombra de Gorospe; luego, a la del ideario de Galdeano, con el que conectó de inmediato. Ahora, tras la marcha del alavés, ocupa su lugar en la dirección deportiva del equipo y lo que más le molesta es la luz, "dejar de trabajar en la sombra".
¿Cómo ha ido la concentración en Alicante de la semana pasada?
Muy bien. Veníamos a aprovechar el buen tiempo y la climatología nos ha permitido hacer varios test de campo como los que venimos haciendo en todo este inicio de temporada. Es en lo que nos hemos centrado.
El ranking de méritos en el que se basa la UCI para aceptar a los equipos en el World Tour penalizó notablemente a Euskaltel en 2011. La temporada fue brillante y, sin embargo, el equipo sufrió para mantenerse en la elite. ¿Introducirá algún cambio para adaptarse?
El equipo es el que es, muy parecido al de 2011, pero trato de introducir algún cambio. Lo que he hecho es motivar a los corredores para que cada uno de ellos entienda que está capacitado para coger puntos. Hay que hacerles ver que no siempre podemos depender de Samuel, Antón o Nieve, sino que otros corredores, digamos que de segunda fila, pueden coger responsabilidades. Hablo de ciclistas que hasta ahora han hecho una gran labor de equipo a los que les ha llegado el momento de confiar en sí mismos y aportar otras cosas. Eso es lo que nos puede mantener en la categoría.
¿A quiénes se refiere?
A Gorka Verdugo, Gorka Izagirre, Astarloza, Urtasun, Rubén Pérez, Alan...
La mayoría son ciclistas experimentados. ¿Podrá cambiarles?
Ahora hay una necesidad. Soy de los que piensan que con un corredor no solo se trabaja en el aspecto físico, sino también en el plano mental. Este tipo de corredores que menciono tienen un perfil similar y solo les falta confianza para llegar a otro tipo de cosas. Es lo que estoy intentando ofrecerles.
Usted cambió la mentalidad de Mikel Nieve en aquella etapa de la Vuelta de 2010, tras la caída de Antón.
Es un ejemplo de lo que digo de que la cabeza manda en este deporte. Se trata de que todo el mundo se sienta útil y sepa cuál es su lugar, aunque la jerarquía esté bien definida.
¿El equipo sigue orbitando en torno a Samuel y Antón?
En eso no hay ninguna duda. Samuel es el líder del equipo e Igor Antón nos ha dado grandísimas cosas hasta el momento, pero todavía tiene que seguir evolucionando.
¿Evolucionando?
Igor está capacitado para hacer mejores cosas de las que ha hecho hasta ahora.
¿Firmaría que Samuel se mantuviese en el nivel que está?
Samuel ha alcanzado un techo deportivo. Está en la cima y mejorar a partir de ahí es muy difícil. Es siempre competitivo, no suele fallar y cuida todos los detalles. Solo con un poco más de suerte puede lograr mejores resultados.
Samuel mantiene su calendario con la Vuelta al País Vasco y el Tour como objetivos; Antón, en cambio, modifica la hoja de ruta de 2011 y elimina el Giro. ¿Por qué?
Porque se ha comprobado que el Giro le ha hecho mucho daño. Por eso volvemos al esquema de 2010. Esta temporada de Igor será muy parecida a la de entonces. Hace dos años vimos que haciendo un calendario así, sin una grande en el primer ciclo, fue capaz de dar un nivel increíble en la Vuelta, mientras que este año le ha penalizado mucho correr el Giro.
¿Quiere eso decir que se arrepienten de haber probado otra cosa con él en 2011?
No, no, para nada. Igor está en edad de hacer pruebas para buscar lo que más le conviene. Y lo que ha logrado en 2011 no es como para arrepentirse. ¡Ojalá todos los años fuesen como este! Pero ahora preferimos volver a lo de antes porque creemos que así rinde más.
¿Significa ese regreso a lo de antes que Antón no está capacitado para afrontar dos grandes en una misma temporada?
Es que no es solo una cuestión física. Mentalmente exige mucho preparar una grande. Es un desgaste que puedes hacer un año, pero que no se puede mantener. Al final, te das cuenta de que la caducidad de ese corredor se adelanta con ese castigo. No es algo que le ocurra solo a Igor.
¿Cambiaría alguna de las grandes victorias del año pasado por puntos que asegurasen, sin pasar apuros, su permanencia en el World Tour?
No, porque hemos sido capaces de ganar en las tres grandes y, además, nos hemos mantenido en el World Tour. Aunque es cierto que ahora la tendencia nos obliga a mirar más el asunto de los puntos, a valorar un quinto puesto, un sexto, un cuarto, en carreras que antes no teníamos tanto en cuenta.
De Euskaltel se han marchado este año Fernández de Larrea y Castroviejo. ¿Se ha debilitado el equipo?
No creo que se haya debilitado. Los fichajes que hemos hecho van a aportar cosas que antes no teníamos. Es evidente que Castroviejo y Koldo eran importantes para nosotros, pero no puedo estar dándole vueltas a eso. Tengo que pensar y apostar por la gente con la que cuento, no con los ciclistas de los otros equipos.
¿Quién va a sorprender este año en Euskaltel?
La nueva camada: Mikel Landa, Ion Izagirre, Pello Bilbao, Cabedo, Ricardo García...
¿Qué ha cambiado para usted tras la marcha de Igor González de Galdeano?
La figura de Igor ha sido importante y se va a echar en falta. Ahora asumo yo la responsabilidad de la parte deportiva, pero mi trabajo tampoco cambia tanto con respecto a otros años. He estado siempre al lado de Galdeano y ahora camino solo. No me asusta. Es una responsabilidad muy grande, pero creo que tengo la experiencia suficiente como para poder aportar cosas.
¿Qué es lo que se le ha hecho más duro en esa transición?
Dejar de trabajar en la sombra.
Cuando anunció su marcha, Galdeano dijo que estaría ahí para echar una mano cuando se le necesitase. ¿Usted le pide consejo?
Mi relación es buena y me encantaría que siguiera en el equipo, pero la realidad es otra. No está y no tiene vuelta de hoja. Eso no quita para que cuando necesito algo o tengo alguna duda le llame y él me atienda como haría cualquier amigo.
¿Euskaltel-Euskadi redefine de alguna manera la línea marcada por Galdeano durante los últimos años?
He tenido la suerte de ver el ciclismo de una manera muy similar a la de Igor. Por eso nos compaginamos tan bien desde el principio y por eso su marcha no ha traído consigo una revolución total en el equipo. Eso ni se nos pasó por la cabeza. Las cosas han funcionado bien con Igor. Entonces, ¿para qué cambiar?
Lleva usted en el equipo desde 1997, primero como corredor y desde 2004 como director. ¿La situación actual, la incertidumbre por su futuro le hace pensar que esta es la temporada más complicada para Euskaltel?
No correremos con la preocupación del futuro. Me inquietaría si el porvenir del proyecto dependiese del rendimiento deportivo, pero está claro que no es el problema. Después de la última temporada y la evolución que ha llevado el equipo en estos años, sería absurdo vincular el futuro de todo el proyecto al rendimiento de los corredores, a los resultados. O, al menos, hacerlo de manera exclusiva como ha ocurrido otras veces.
¿No se siente presionado por las circunstancias?
Es que no se me pasa por la cabeza que este equipo no pueda continuar. Me parece algo imposible. De todas maneras, todo ese asunto lo lleva y lo sufre Miguel. Él lucha por el futuro del equipo. Yo trabajo en el aspecto deportivo. Y no lo hago con la incertidumbre de no saber lo que va a ser de nosotros el año que viene. El futuro no me da miedo. Afronto el presente, que es lo que está bajo mi responsabilidad.
¿Y ha detectado angustia entre los corredores?
No. El ambiente es tranquilo. Ellos están centrados en lo que tienen que hacer.