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"El Etna será más decisivo y se marcarán diferencias"

donostia. A Bart De Clercq se le apareció ayer la virgen, la Madonna di Montevergine, que da nombre al santuario mariano junto al que ayer desembocó el Giro de Italia tras 17 kilómetros tan tendidos como insulsos, que dejaron a ¡26 ciclistas! con el mismo tiempo que el vencedor. El belga buscó el triunfo con su demarraje a falta de seis kilómetros para la meta, pero ganó de milagro. Primero, porque los favoritos se sometieron a un férreo marcaje y no se inquietaron ante el ataque del joven escalador del Omega-Lotto. Y, segundo, porque si la pancarta de meta está un par de metros más lejos, Michele Scarponi le habría superado in extremis y su palmarés profesional seguiría impoluto. Pero la divina providencia debió de mediar para impartir justicia, pues los gallos del Giro no merecían vencer ayer, y De Clercq pudo ajusticiarlos sobre la misma raya.

Su triunfo fue agónico, aunque en sus piernas únicamente llevaba 110 kilómetros. La etapa solo tenía eso, y no deparó mucho más. Se rodó rápido. Primero, para coger la fuga, que salió en el kilómetro 23, con Visconti (Farnese), Pineau (Quick Step), Montaguti (Ag2r), Canuti (Colnago), y Bak (HTC). Luego, para controlarla, para lo que el Acqua&Sapone de Stefano Garzelli mostró el mayor interés. Por último, para echar mano a los aventureros, a los que poco antes de la subida se sumó Hoogerland (Vacansoleil), que quería regalarse la etapa en su 28º cumpleaños.

Liquigas, Acqua&Sapone y Lampre cazaron a Bak, último superviviente, a 8 kilómetros de meta. A partir de ahí, la escasa dureza y el viento en contra aplacaron cualquier idea de ataque entre los gallos. No hubo más espolones que los de aspirantes a lucir cresta algún día. Entre ellos, salió De Clercq a falta de siete kilómetros, y no le vieron el pelo hasta la misma meta. Literal.

De Clercq (1,83 metros y 67 kilos) es un corredor que ya se ha dejado ver por Euskadi. En 2009 disputó la Bira sub'23 con el Davo-Lotto-Davitamon dirigido por Kurt Van de Wouwer. Acabó decimoquinto. "Llegué muy corto de preparación, porque hasta junio estuve centrado en acabar los estudios" y licenciarse en Educación Física y Kinesiología. En 2010, con la misma formación belga, el flamenco fue séptimo en la Vuelta a Navarra.

Sus buenas prestaciones esa campaña, la primera que disputó "de principio a fin", abrieron a este apasionado de los caballos, de la Vuelta a Flandes y de Cancellara, las puertas del Omega-Lotto, que lo contrató hasta 2012. Ha necesitado siete días de su primera grande para conquistar un triunfo parcial que la mayoría no logra nunca. Pero fue el elegido por Madonna di Montevergine, como antes escogió a Di Luca (2001 y 2007) y Cunego (2004). Mañana en el Etna, se espera la erupción de unos ilustres y la quema de otros.