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Del Mediterráneo al Índico

Josu Larrazabal se muestra satisfecho de la concentración del "siete" naranja que correrá el Tour Down Under pero sobre todo del futuro que augura a "la mejor plantilla de los últimos años".

Del Mediterráneo al Índico

JUNTO al Mediterráneo, el invernadero en el que medio pelotón europeo se cobija de los descorches de frío y lluvia, Euskaltel-Euskadi ha velado armas durante nueve días de cara a su desembarco a orillas del Índico, en Adelaida, patria chica del Tour Down Under que se disputará del 18 al 23 de enero de 2011. "Hemos cumplido el objetivo. Nos llovió dos días y otros dos estuvo nublado, pero pudimos entrenar con 15-16 grados y completar todo el trabajo programado", explica Josu Larrazabal, director y preparador físico de la escuadra, satisfecho de los kilómetros cubiertos bajo el sol alicantino, aún tenue comparado al calor que les espera en Australia.

Bajo las directrices del técnico de Orozko, en Alicante se concentraron los siete ciclistas naranjas que abrirán el calendario WorldTour en las antípodas: Iván Velasco, Iñaki Isasi, Rubén Pérez, Daniel Sesma, Miguel Mínguez y Gorka y Ion Izagirre. Este bloque ha dejado ya el gimnasio para centrarse ya en la bicicleta, aunque sin el agobio de las a menudo tortuosas series. "Nos hemos limitado a rodar, incluyendo algunos puertos. Más que nada, el objetivo era buscar la continuidad del trabajo, porque estamos a un mes del Down Under y no es momento de trabajar la intensidad o algo más específico. Lo que no queríamos era perder días de entrenamiento en casa con las Navidades encima", apunta el preparador físico naranja desde el otoño de 2006.

El stage incluyó también a Amets Txurruka, Jonathan Castroviejo, Romain Sicard, que empezarán el año a buen nivel -el de Iparralde hará País Vasco con Samuel Sánche-, y Koldo Fernández de Larrea. Los cuatro tocaron el gimnasio en Alicante, en cuyas carreteras el de Zurbano ha completado "un trabajo muy importante" tras su grave caída en octubre en la París-Bourges, que le descompuso su morfología: "Koldo había perdido mucha masa muscular -perdió tres piezas dentales y no podía alimentarse con normalidad-. Este otoño estaba en su peso en forma, 74,5 kilos, pero con un porcentaje graso muy elevado. Desde que ha retomado los entrenamientos, ha subido a 76,5 y ha reducido sus valores grasos", analiza.

Acostumbrado a dirigir al equipo naranja en el calendario alternativo a las grandes citas, conoce perfectamente a los ciclistas más jóvenes. Y se ilusiona con ellos. Con sus destellos de grandes corredores en ciernes. "El grupo que entró el año pasado, con Mínguez, Castroviejo y Romain del Orbea, Gorka y Beñat (Intxausti), aunque este ya no siga con nosotros, es un bloque que ha mostrado detalles muy bonitos. Gorka ya ha ganado, Romain hizo segundo en un final en alto en todo un Dauphiné Libéré y Jonathan fue segundo en la crono de Asturias y estuvo entre los diez mejores en las dos del Eneco Tour, lo que tiene más mérito por los rodadores que había. Son ciclistas que aportan calidad y, por tanto, están en disposición de progresar más rápido que otros".

Las novedades para 2011 son Ion Izagirre, Mikel Landa y un Pierre Cazaux más hecho. Sobre las dos perlas del Orbea, Larrazabal ruega prudencia. "No vienen con el palmarés de Jonathan -etapas en Porvenir y l"Isard- o Romain -Naranco, general del Porvenir y Mundial sub"23-, y aunque han corrido con la selección española, hay que ir más despacio pero confiamos en que muestren una progresión similar". Cazaux es otro tipo de corredor: "Su rol será más de coger fugas y ayudar al equipo".

En ese calendario B, Larrazabal ha apreciado a la que considera, "por descontado, la mejor plantilla desde que estoy en el equipo, y una de las mejores de la historia". En su argumentación, el orozkotarra no se refiere solo a Samuel o Antón, sino "al nivel medio del equipo. Lo puedo decir con números, porque yo siempre cubro el segundo calendario del equipo: las clásicas, las vueltas a Polonia, Eneco... y este último año en esas carreras en las que a priori no teníamos mucha opción, me he visto metido en carrera, como en Asturias con Beñat y Urtasun, en Eneco con Rubén Pérez, la fuga de Mínguez, las cronos de Jonathan... En el Tour, la Vuelta o en País Vasco, ya éramos protagonistas, pero el salto de calidad se notó en las demás carreras".

De cara a 2011, Larrazabal confía en que despegue algún otro valor naranja. "Si digo que Romain o Jonathan van a ser la sorpresa, no me mojaría mucho, porque en 2010 ya han rozado la victoria. Por ello, te diré que pienso, y me gustaría mucho, que veremos un gran Javier Aramendia. Le seguíamos desde amateur, vino al Orbea y lleva una buena progresión, con cosas buenas en carrera que no se reflejan en resultados. Tras año y medio estancado, hemos introducido varios cambios en su programa y en sus hábitos con la esperanza de relanzar su carrera". La de la nave Euskaltel 2011 arrancó ya frente al Mediterráneo para despegar junto al Índico.