NO nos importa empezar así, con humildad", reconoce Luis Abril, secretario general técnico de la presidencia de Movistar, que para entender por qué Eusebio Unzue le llama "el amigo Luis" hay que remontarse al siglo pasado, a la época dorada del ciclismo estatal, a la era Indurain. Abril, director general de Banesto cuando en 1993 la entidad bancaria fue intervenida por el Banco de España, fue el que decidió que era prioritario seguir patrocinando al equipo del navarro, una relación que se prolongó durante ocho años y que ayer recordó con cierta nostalgia. "Fue un tiempo feliz en el que algo aprendí, aunque poco, por lo que espero que me enseñen algo más esta vez", dijo, ahora que Movistar regresa al ciclismo -ya estuvo cuando patrocinaba el maillot de la Vuelta, antes de decidir invertir su dinero en otros deportes como la Fórmula 1- para tomar el relevo del Caisse d"Epargne, un nuevo cambio de nombre que perpetúa le herencia del Reynolds y el Banesto.

"El estilo sigue siendo el mismo, el estilo Unzue", explicó Abril en la oficialización de un acuerdo que ya anunció Unzue hace ya poco menos de un mes, una noticia celebrada por el mundo del ciclismo pero tardía, lo que provoca una situación paradójica, pues Movistar, la empresa más poderosa que jamás ha patrocinado un equipo ciclista -280 millones de clientes, 260.000 empleados, presente en 26 países y la tercera multinacional de comunicación del mundo- no tendrá un líder.

"Llegamos tarde, es cierto", reconoció Unzue; "Cuando se cerró el acuerdo todos los grandes ya estaban comprometidos. También Contador, que puso todo de su parte para que caminásemos juntos, pero al final no pudo ser. Pero es precisamente esa situación la que me hace darle más importancia al apoyo de Movistar, porque no ha primado un corredor sino que ha confiado en el grupo".

Decisión compleja Abril, que constató que parecía que nada había cambiado en estos años, que la mayoría de los colaboradores del equipo, Pinarello, Nalini, Volvo, eran los mismos aunque echaría de menos a José Miguel Echávarri, reconoció que el equipo pudo haber salido con Contador, pero que no le daban importancia a empezar "esta bonita historia" de esta manera, sin una figura. "Ya iremos creciendo. Los objetivos se marcarán según los medios que pongamos a disposición del equipo", explicó, y atribuyó la demora en cerrar el acuerdo en la complejidad de la decisión. "Éstas son decisiones difíciles que se toman cuando se dan las condiciones necesarias", precisó Abril, que añadió que el patrocinio del equipo era una apuesta estratégica de Movistar, que ve ahora en el ciclismo una oportunidad única para expandir su imagen.

Sobre todo en América, donde el Movistar ProTour tendrá una especie de filial con sede, posiblemente, en Colombia, y una quincena de corredores que cubrirán el calendario. "Lo utilizaremos para capturar talentos del ciclismo americano", dijo Unzue. El filial se llamará también Movistar, que es el nombre que la multinacional de comunicación mantiene en la mayoría de los países sudamericanos salvo Brasil, donde su denominación es Vivo. En otros siete países europeos, entre ellos Gran Bretaña, Movistar se comercializa como O2, que fue, por ejemplo, patrocinador del Arsenal.

"En principio, el acuerdo es para tres años", matizó Abril. "Pero es un proyecto a largo plazo. Su continuidad, como en aquel Banesto, la ganarán los ciclistas con sus resultados".