ordizia. Había tanta carga emotiva tras cada abrazo que, por momentos, Gorka Izagirre dudó ayer de su propia edad -aún 22 años-, del paso del tiempo. El de Ormaiztegi había olido la pancarta de la meta, y se lanzó en el descenso de Abaltzisketa, a la altura del cruce de Gaintza en dirección a Zaldibia, por las mismas carreteras por las que se entrena a diario, por el mismo asfalto en el que había ganado como junior o sub"23 en las cercanas Legorreta, Urretxu, Zumarraga, Segura, Beasain... Nunca había ganado en Ordizia, la localidad en la que se inició como ciclista en las escuelas de Ordiziako Tx.E., hasta ayer. Con la misma naturalidad con la que acumuló éxitos desde crío, el ciclista de Euskaltel-Euskadi alzó los brazos en la meta ordiziarra, como había hecho el pasado mes de junio en la Vuelta a Luxemburgo, donde estrenó su palmarés profesional. Aquella lluviosa tarde sólo recibió los abrazos de sus compañeros de equipo, lejos del calor familiar que encontraban sus triunfos antes de pasar a profesionales en 2009 con el Contentpolis-Ampo. Por eso, Gorka bien pudo dudar del tiempo transcurrido cuando, nada más cruzar la meta, recibió los abrazos, primero, de Gorka Telleria, el joven que lo dirigió en edad escolar junto a Igor Maez; después de Rufino Murgia, el masajista lazkaotarra de Euskaltel-Euskadi que lo ha visto crecer; de su hermano Ion, neo del Orbea; de la ama, Nekane Insausti; del aita, el ex ciclocrossista José Ramón Izagirre, Katxarro; de Joxi Garmendia, también técnico del Ordiziako junto a Iñaki Telleria, que animó en Itsasondo; de Ramón Amundarain, su profesor de FP; de la familia Sanz, impulsores de la prueba y que, como jueces, tantas veces anotaron su dorsal en una clasificación; y de la casi treintena de amigos ataviados con la camiseta negra y pistatxo de la peña de los hermanos ormaiztegiarras, que gritaban "Katxarro, Katxarro".

Katxarro de triunfo, por emotivo, el que Gorka logró ayer, donde en 1992 Abraham Olano estrenó su palmarés y en 1996, otro de la zona, Aitor Garmendia, prolongó el suyo.

Izagirre remató el trabajo de Euskaltel-Euskadi, que ganó la partida a un bravo Caja Rural. Ambos equipos llevaron la manija desde el primer paso por Abaltzisketa, cuando, tras la cima (km. 22), saltaron el naranja Romain Sicard y el verde Gari Bravo -ganó las metas volantes-, junto a Javier Moreno (Andalucía). Los tres fueron cazados en el kilómetro 81 por una veintena en la que destacaban Mancebo, Marcos García, Arroyo, Ramírez Abeja... El pelotón cedía entonces un minuto.

Al tercer paso por Abaltzisketa (km. 84), nuevo movimiento de Euskaltel y Caja Rural, con Sicard y Egoitz García. El dúo aguantó la primera de las dos vueltas grandes -por Altzo y Abaltzisketa-, en la que Euskaltel-Euskadi tiró del pelotón, que rodaba a 2:05, para neutralizar al grupo intercalado. Tras la fusión, el Carmiooro asumió la caza.

Sicard y García cruzaron en cabeza por el último paso por meta, donde Izagirre pasó entre la estela de vehículos aguardando al coche neutro -el de Euskaltel, conducido por Álvaro González de Galdeano, iba en la fuga con Sicard- para cambiar su rueda pinchada. Le costó enlazar, pues los jueces pararon los coches de equipo -aquí nadie espera-. Gorka se desgañitó pidiendo auxilio por el pinganillo, y, con la ayuda de Miguel Mínguez, volvió al grupo casi en Legorreta, donde ganó el prólogo de la Vuelta a Gipuzkoa en 2005.

A pie de Altzo cayeron Romain y Egoitz, y en Abaltzisketa arrancaron Izagirre, Sergio Pardilla (Carmiooro) y Guillermo Lana (Caja Rural). A pocos segundos rodaban José Herrada (Rural) y Paco Mancebo (Murcia). En la bajada, tras unirse los cinco, Izagirre se lanzó por la carretera que conoce "como la palma de la mano" para revivir los abrazos que recibía como cadete o sub"23. Sólo que ayer era un triunfo profesional, el segundo de su vida y el octavo de su equipo en 2010. Katxarro de victoria.