Cavendish vuelve a aplicar la ley del más rápido
se impuso con comodidad en el sprint y se alzó con su quinta victoria de este tour de francia
París. La etapa más corta en los últimos 20 años fue un placentero desfile hasta los Campos Elíseos. Bromas, charlas y distensión hasta que los equipos de los esprinters tomaron cartas en el asunto al entrar en París. Estaba en juego la prestigiosa victoria en la capital francesa y el maillot verde. Se acabaron los juegos florales para unos cuantos.
La última etapa del Tour de Francia 2010 comenzó con dieciocho minutos de retraso, ya que Lance Armstrong decidió despedirse de la carrera, que ha ganado siete veces, con un pequeño show en la salida. Los integrantes del Radioshak, equipo del americano, se presentaron con el maillot de su fundación y el dorsal común número 28, referente a los 28 millones de afectados por cáncer en todo el mundo.
Los jueces, no obstante, obligaron a los corredores de la formación americana a ponerse el maillot oficial con sus respectivos dorsales habituales.
Procedieron en plena acera, utilizando imperdibles. La carrera, mientras, parada en el kilómetro 0.
En lo puramente deportivo, una vez comenzada la última etapa de la vuelta gala, el Lampre, liderado por Cunego, asomó a la cabeza, junto al Columbia y al Sky. Hubo algún tímido intento de fuga sin la menor trascendencia, como el del asturiano Carlos Barredo, pero la suerte estaba echada. Los hombres de Petacchi lanzaron el esprint, pero la discusión duró lo que tardó Cavendish en aparecer como un cohete por quinta vez en la presente edición de la ronda francesa. Nada más que hablar, aplicó su implacable ley del más rápido y se alzó con el triunfo. La segunda plaza fue para el italiano Alessandro Petachi, que se llevó el maillot verde, y la tercera para el neozelandés Julian Dean (Garmin).
El cuadro de honor lo completaron Anthony Charteau (Bouygues), maillot de puntos rojos de rey de la montaña, Andy Schleck, camiseta blanca como mejor joven y Sylvain Chavanel como supercombativo del Tour.
El Tour 2010 sólo habló de dopaje con motivo de los controles... a las bicicletas, para que nadie recurriera a las trampas mecánicas, como camuflar un motor en el cuadro. Las bicis se portaron bien, y de sus ocupantes sin noticia. Un Tour tranquilo también en esa materia.