Donostia. Mil y un ataques necesitó realizar ayer Alberto Contador (Astana) para vencer en Alpe d"Huez. El madrileño del Astana logró su segundo triunfo parcial en el Dauphiné Libéré, pero no lo pudo hacer en solitario, pues el esloveno Janez Brajkovic (RadioShack) respondió una y mil veces más a cada movimiento del pinteño, para asegurar así su liderato en la carrera francesa. El esloveno encabeza ahora la general por delante de Contador, segundo a 1:41, mientras que Tejay van Garderen es tercero.
Contador realizó una gran ascensión al Alpe d"Huez, pero entre que aún no está en plenitud y, sobre todo, que el viento contrario era considerable, no se pudo despegar de Brajkovic, que se soldó a su rueda desde que comenzó con sus ataques a ocho kilómetros de meta, poco después de que fuera cazado Óscar Pujol (Cervélo), último superviviente de una fuga de 19 ciclistas en la que volvió a estar, entre otros, Egoi Martínez.
Ante la imposibilidad de marcharse en solitario, el pinteño optó por ralentizar su ritmo, lo que permitió que el polaco Sylvester Szmyd se metiera en la pelea por la etapa a falta de cuatro kilómetros. Tras varios ataques de tanteo entre Szmyd y Contador, el pinteño arrancó a poco más de un kilómetro para vencer por delante de su ex compañero y ex campeón mundial sub"23 de contrarreloj. De esta forma, el doble vencedor del Tour se impuso en la primera llegada del Dauphiné Libéré a Huez, donde remató el trabajo de un Astana que tiró desde el penúltimo puerto, el Glandon.
Brajkovic y su equipo, en el que se alinea Markel Irizar, afrontarán hoy la última etapa, entre Allevard les Bains y Sallanches, donde se darán varias vueltas al circuito en el que el francés Bernard Hinault, ahora en la organización de la prueba, avasalló en el Mundial de 1980.
Cancellara, en Suiza Con su éxito en Alpe d"Huez, donde nadie vencía desde que lo hizo Lance Armstrong en 2004, el madrileño pellizcó la moral del tejano. El de ayer no fue un golpe como tal, pues los favoritos para el próximo Tour de Francia apenas dejan ver aún sus cartas, pero el norteamericano ayer sólo fue 44º en la primera etapa de la Vuelta a Suiza, una crono de 7,8 kilómetros en la que Fabian Cancellara demostró que el motor de sus piernas carbura a más revoluciones que nadie cuando las cronometra un reloj. El suizo, último ciclista en tomar la salida como vencedor de 2009, superó en un segundo al ganador en 2008, el checo Roman Kreuziger. La etapa de hoy es propicia para los velocistas.