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Lo que falta en el gobierno municipal de EH Bildu en Oñati

En julio de 2025, el Ayuntamiento de Oñati, gobernado por EH Bildu, ha sido condenado en dos sentencias distintas por vulnerar el derecho a la integridad física de un trabajador del área de mantenimiento, al no garantizar condiciones seguras

Lo que falta en el gobierno municipal de EH Bildu en OñatiAnabel Dominguez

En los últimos meses, varias sentencias judiciales han puesto sobre la mesa una realidad: en Oñati, el gobierno municipal de EH Bildu ha vulnerado derechos laborales fundamentales.

En mayo de 2024, la justicia condenó al Ayuntamiento por despedir de forma improcedente a un trabajador que había dejado su empleo fijo anterior para incorporarse al Consistorio, y apenas un mes después fue despedido. La justicia le dio la razón y condenó al Ayuntamiento a readmitir o indemnizar al trabajador con 30.000 euros. 

En julio de 2025, el Ayuntamiento de Oñati, gobernado por EH Bildu, ha sido condenado en dos sentencias distintas por vulnerar el derecho a la integridad física de un trabajador del área de mantenimiento, al no garantizar condiciones seguras. 

Dos sentencias distintas, una conclusión clara: gestión laboral deficiente y falta de política laboral preventiva.

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Ante estas sentencias el gobierno municipal de EH Bildu, en vez de asumir errores, culpa a los tribunales y a la empresa de prevención que ellos mismos han contratado. Esta actitud no solo es irresponsable, sino profundamente alarmante: quien debería proteger los derechos laborales los cuestiona y, cuando la justicia exige que se cumplan y responsabiliza a los demás cuando quien tiene la obligación de velar por la seguridad y la salud de sus personas trabajadoras es el mismo Ayuntamiento.

Una de las pocas voces críticas vino del grupo municipal de EAJ/PNV, que denunció la opacidad en la gestión del primer caso y la falta de transparencia y la absoluta incoherencia entre el discurso de EH Bildu y su práctica institucional en el segundo. El grupo jeltzale recordó que, si de verdad se defiende a la clase trabajadora, hay que estar a su lado también cuando eso exige reconocer errores y corregirlos.

También llama nuestra atención el papel de los principales sindicatos. Porque cuando el color político es distinto se han movilizado con rapidez y contundencia ante situaciones similares. Pero en Oñati, cuando es EH Bildu quien gobierna, no se ha producido una reacción pública significativa, ni concentraciones ni manifestaciones, a pesar de que los hechos afectan a derechos fundamentales. 

Aquí parece que todo vale porque gobierna EH Bildu. Y no se trata de partidos, sino de las personas que día a día trabajan en el Ayuntamiento y que merecen respeto, dignidad y seguridad. 

En Oñati necesitamos un cambio real en la forma de gestionar lo público, con más coherencia, más transparencia y, sobre todo, más respeto hacia quienes sostienen el funcionamiento diario del Ayuntamiento.