Las imágenes que recibimos de Gaza son atroces e hieren la sensibilidad. Ahora bien, ¿es correcto definir lo que allí acontece como genocidio y hambruna? La historia nos recuerda auténticos genocidios: el armenio, a manos de los turcos; el judío, que padeció las atrocidades del nacional socialismo y, más reciente, el de los tutsis cometido por los hutus en Ruanda.

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El genocidio es considerado como el epítome de la maldad humana. El infierno dantesco que soportan los gazatíes, ¿reúne los requisitos para denominarlo genocidio y hambruna? ¿Se utilizan dichas denominaciones debido a intereses espurios de índole política? Respecto a la hambruna, quién no recuerda la de la patata a mediados del s. XIX en Irlanda; el Holodomor sufrido por varias repúblicas soviéticas, sobre todo Ucrania, a manos de Stalin; otro ejemplo sangrante fue el llamado Gran Salto Adelante impuesto a sangre y fuego por Mao Zedong en la República Popular China.

Varias mujeres y niñas palestinas esperan la distribución de comida en el campamento de Jan Yunis en la Franja de Gaza. | FOTO: EFE Isabel Saco

La duda me embarga: ¿es académico utilizar esos dos siniestros vocablos en Gaza? Evidentemente, quienes soportan ese horror, les da igual la semántica; ansían y exigen a los de intramuros y extramuros una solución ya, definitiva. Un estómago hambriento no admite argumentos.