Bienvenidas y bien halladas grullas del norte, al calor del sur. Oro incienso y mirra, como los reyes magos de Oriente, estrella fugaz, imaginación, tradición y mitología para sonreír el final del otoño. Todo lo necesitamos. Gracias por venir otro año más para enseñarnos disciplina y organización, compañerismo sin tapujos ni fronteras, patilargas y cuello grácil trompetero. El otoño os arropa en el viaje al calor, huyendo del frío que congela. Una sinfonía entre la tierra y el cielo. Trompetas al viento. Ya se que de paso habéis venido a celebrar el derribo del refugio militar de Belagua. Lo celebraremos juntos desde las Bardenas.