Balcones después de la pandemia

Esto no es Europa o, ¿qué aprendió el Ayuntamiento de Donostia de la pandemia? Después de las experiencias vividas durante la pandemia, muchas voces reclamaban un cambio en la forma de construir o reformar los edificios. Crear y ampliar espacios abiertos como balcones, terrazas, patios... En algunos medios de comunicación se podía leer que también el Ayuntamiento de Donostia, una ciudad moderna, se había apuntado a estas tendencias. Supuestamente, a cuenta de las vivencias de la pandemia, iban a modificar las ordenanzas para permitir la creación de espacios exteriores como terrazas y balcones, o ampliar los existentes. Nada más lejos de la realidad. En nuestro caso concreto, experimentamos justo lo contrario. Hace dos años, la comunidad decidió instalar un ascensor en cada portal de nuestro edificio (convivimos unas personas mayores, algunas ya con discapacidad, una familia con dos bebés más una niña pequeña...). Contratamos un arquitecto para elaborar un proyecto de ascensor con entrada por los balcones existentes como solución más sencilla. Después de la entrega del proyecto, el Ayuntamiento no lo aceptó, argumentando que, según sus normas, no se podían ampliar los balcones como estaba previsto en el proyecto. Sólo se permitiría la ampliación justo a la salida del ascensor para permitir el acceso de una silla de ruedas. El resto del balcón tendría que quedar tan estrecho como ahora. Proponían como alternativa la entrada por una habitación, rompiendo la pared para quitar una habitación a cada vivienda. Hace pocos días, volvimos de unas vacaciones en Toulouse (Francia). Ahí sí se ven un montón de edificios con grandes balcones añadidos o ampliados. El Ayuntamiento de Toulouse (situado en Europa) otorgó los permisos correspondientes, con sentido común, tomando en cuenta las necesidades de su ciudadanía. El Ayuntamiento de Donostia, al contrario, olvidándose de las vivencias y necesidades de sus habitantes, toma sus decisiones sin ninguna flexibilidad, basándose en unas antiguas normas burocráticas. Al parecer, aquí no estamos en Europa.