Ahora que terminamos el año y hacemos propósitos para el nuevo, la humanidad estamos necesitados de buenas noticias. Las imágenes que nos llegan desde diferentes puntos del mundo no son precisamente halagüeños, y por desgracia nos vemos resignados a ver cómo aquellos organismos internacionales qué pueden hacer algo para evitar tanto desastre humano, no son capaces de pararlo por motivos que no se explican. Las guerras no son más que la humillación de unos seres humanos sobre otros para demostrar a través de la fuerza que son más fuertes, y lo hacen a base de terribles matanzas. No les importa la persona humana, los que dirigen las guerras quieren más muertes y sufrimiento de civiles para sus intereses geopolíticos y económicos. Esos dirigentes también morirán algún día y se irán sin reconocer todo el horror y miserias causados a la humanidad.
