Los que estudiamos la EGB seguro que nos acordamos de ese slogan de Renfe. Y los actuales responsables de Marketing de la empresa han convencido a la Dirección de que vuelva a ser una realidad; pero aderezado del concepto de "cada viaje, una experiencia". Y eso es lo que pudimos disfrutar este domingo los viajeros de MD Madrid Príncipe Pío Donostia de las 12.23. El viaje fue tranquilo y sosegado para permitir entablar conversaciones como si se fuera en el Orient Express. Y para ello la duración fue de diez horas y 30 minutos (ni los nocturnos de hace años). El principal motivo fue que para poder contemplar los Campos de Castilla, el tren decidió pararse en mitad de la vía entre Valladolid y Venta de Baños (bien por una bajada de tensión, o bien porque el pantógrafo enganchó la catenaria). La solución fue evacuar a los aproximadamente 250 viajeros a otros dos trenes: a unos 200 introdujeron en un tren automotor (que recordaba por el ruido y el humo al de La General de Buster Keaton), de 120 plazas (que ya llevaba viajeros), con destino a Palencia. Y a los otros 50 en otro tren con destino a Valladolid. Para proceder a la evacuación se dispuso de una pasarela (más estrecha que algunos tramos del Caminito Real en Málaga o alguna de las fajas de Ordesa). Y con la ayuda de los dos maquinistas, y de algunos viajeros que bien hacían de muralla en la vía por si acaso, o a acercar las maletas, se produjo el transbordo sin ningún problema. Y luego ya Renfe fletó un tren con solera (la gente hacía apuestas a ver si llegábamos), que tuvo que parar 15 minutos en Miranda de Ebro para que las personas viajeras pudieran ir al servicio, porque los del tren no estaban operativos.
P. D.: Para finalizar, y en otro tono, sí que quiero felicitar a la maquinista del MD que desde el principio dio tranquilidad a todo el pasaje, y organizó muy bien la colaboración para el transbordo (que no era sencillo), y a los dos maquinistas a los que fuimos todos transbordados, ya que facilitaron que el cambio de tren a tren se hiciera de manera perfecta (teniendo presente que había niños pequeños, personas mayores...).