Después del revuelo surgido entorno al lamentable episodio sobre la muerte de un cisne en Irún a manos presuntamente de un piragüista perteneciente a la Sociedad Deportiva Santiagotarrak, cabe hacer una reflexión sobre dicho suceso. Es significativo ver cómo la propia muerte de este hermoso animal ha quedado velada por una serie de intereses ajenos al suceso en cuestión. Las críticas vertidas desde algunas asociaciones y particulares de la zona contra la organización que convocó una concentración en repulsa por dicho crimen, así como la preocupación del Consistorio al completo por proteger a toda costa los intereses y la imagen de esta sociedad, dejan algunas dudas sobre lo que realmente preocupa a todos los agentes implicados acerca de este triste caso. Creemos que quizá sería más productivo enfocar todo ese interés en consensuar definitivamente una ley eficaz de protección hacia los animales, teniendo en cuenta que la actual normativa vigente a este respecto data ni más ni menos que de hace casi 30 años. Comunidades limítrofes a Euskadi como Navarra o La Rioja ya disponen de unas leyes propias más acordes a la sensibilidad de la sociedad actual. Dichas leyes dan cobijo y más garantías de protección ante el maltrato a todos estos animales que conviven en el día a día junto a nosotros.
