Pensiones y pan integral
¿Cómo diferenciar un pan 100% con harina integral de otro pan con harina integral 100%?
Aparentemente no, pero la diferencia para ambos consumidores es tan enorme como la que se da entre el tratamiento a los beneficiarios de las Sicav debido a la ínfima presión fiscal que aplica el Gobierno a este producto financiero (1%) y su rentabilidad consecuente, comparado con la ínfima subida que aplica a las pensiones (0,25%) con su pérdida de poder adquisitivo consecuente.
Promover este agravio comparativo incrementa la brecha socioeconómica, siendo ésta el parámetro de medida que más fielmente se ajusta como indicador de evolución o involución ético democrático de cualquier país.
Con el fraude por adulteración del pan integral y mil cosas más, por falta de información, tampoco se da una alarma social mayoritaria. Pienso que ello no debería ser razón para sostenerlas por más tiempo, máxime cuando en Europa ese producto financiero no existe y la legislación para control fiscal y de calidad del pan, y en general de etiquetado de los alimentos y libre mercado para productos fitoterapeúticos naturales y complementos alimenticios, es mucho más progresiva, particularmente en Alemania y Austria.
Parece ser que al pan ya le ha llegado su hora y los legisladores van a dignificar ese producto. Dignificación... no solo del incremento sino de las propias pensiones al valor marcado en la Carta Social Europea, y no adulterar la razón de la negativa con condicionantes políticos coyunturales, que como con el falso pan integral solo sirve para beneficio del dispensador y perjuicio del consumidor-perceptor.