La última ocurrencia de los empresarios españoles es el minitrabajo como solución para combatir el desbocado desempleo que existe en el Estado español. Dicen que ha funcionado en Alemania y que convendría copiarlo, entre otras cosas, porque es flexible, rápido de hacer y deshacer y permite la entrada en el mercado laboral de los jóvenes atrapados en la crisis. El salario es de 400 euros, pero qué importa el dinero ante la virtud de trabajar. Hace 5.000 años se construyeron las pirámides estimulados por el látigo. Evidentemente, evolucionamos.