A propósito de las explicaciones dadas por la portavoz de la Diputación de Gipuzkoa y responsable de Infraestructuras, Larraitz Ugarte, sobre un posible fraude en la percepción de la renta básica el año 2005, no me convencen ni poco ni mucho. ¿Cómo es que resultó ilocalizable, desde el 2006, y ahora se descubre, ahora que es un cargo público? Que su familia es modesta, lo creo, como miles de familias de otros tantos vascos que no han podido recibir esa renta básica porque no podían siquiera abandonar el domicilio familiar. Le contaré un ejemplo real como la vida misma. "Conozco" el caso de quien devuelve una AES de 3.000 euros a 50 euros al mes, por haberlos percibido cuando dejó de cumplir todas las condiciones, por haber vuelto al domicilio de unos padres "modestos", cuando se rompió su propia familia, y se quedó sin trabajo, a la intemperie y con niños. Y perdió la modesta AES, y la devuelve de 50 en 50 euros, hasta 3.000 desde hace más de un año. Yo también fui a una Diputación Foral a decir que no hay derecho, y me dijeron que lo sentían mucho, pero que el procedimiento era imparable hasta el embargo de lo que fuera. Pues eso, que no me convencen las explicaciones de Larraitz Ugarte. Tienen toda la pinta de haber "utilizado" un buen conocimiento de la ley para construir el supuesto de necesidad y derecho.

José Ignacio Calleja