En estos tiempos el derroche que representa el proyecto cultural ¿? de Tabakalera es de vergüenza ajena. Primero, porque no está debidamente definido y está mal enfilado. Pero sí se ha fijado ya una plantilla que costará tres millones cada año. Los gastos de "explotación cultural anual" ni se han presupuestado. Segundo, porque trasladar el Ayuntamiento a Tabakalera, que es el mejor edificio de San Sebastián, es el mayor negocio para Donostia en el siglo XXI. Tercero, porque con el Gran Casino vacío se puede desarrollar un buen marketing de recursos. Un foco de atracción y actividades que otras ciudades no pueden disponer. Menos mal que la Alcaldía no tendrá los millones de presupuesto que se necesitan para empezar con Tabakalera. Ni tampoco el Gobierno Vasco, ni la Diputación. A veces ser pobre tiene sus ventajas.