Nicolás Sarkozy, como presidente de Francia, ordenó que se actuase contra los gitanos rumanos afincados en Francia. Se está tergiversando, con argumentos populistas, esta operación.
Francia, país con una democracia mucho más antigua que la española, dispone en todos los pueblos (es obligatorio) superiores a los siete habitantes de terrenos donde pueden ubicarse los gitanos trashumantes. Es decir, los tratan mejor que la mayoría de los países europeos. En Hendaia suelen hacerlo cerca del puerto, y no conozco que esto haya supuesto ningún problema.
Los rumanos expulsados no estaban respetando la legislación francesa, que no permite, ni a gitanos, ni a ninguna otra persona, asentamientos ilegales. Fueron expulsados, en avión, con los gastos pagados, y además percibieron una bonificación económica
En España los gitanos tienen un representante en el Parlamento Español (1997): Juan de Dios Ramírez Heredia (PSOE). Se han quejado, a raíz de las expulsiones francesas, de que con frecuencia relacionamos a esta etnia con el delito.
Es cierto. Cuando me hablan de esta etnia no puedo dejar de acordarme de esos tres conductores asesinados por motivos de tráfico, en la que los culpables hablaban de "justicia gitana". Recientemente de ese Guardia Civil asesinado en Irun. De la mujer matada a golpes por su marido en Bizkaia. De la chica golpeada con intentos de violación en Andoain. De los muertos en el cementerio de Hernani.
Supongo que si la presencia gitana en España está datada en el siglo XV, habrá hechos más positivos que relatar. Que los gitanos podrán hablarnos de lo que ellos han aportado a esta nación.
De que no es cierto, en la actualidad, que no coticen a la Seguridad Social, que pagan impuestos como todos. Que la delincuencia entre ellos es la misma que en resto de la sociedad. Tampoco que reciben más prestaciones del Estado que el resto de los colectivos. O que sus vehículos no tienen ni seguro, ni pasan la ITV. Que tampoco que sus mujeres no tengan los mismo derechos que el resto de las españolas. Pienso que toda es una leyenda negra.
Como vasco he sido cuestionado como terrorista; incluso en cierta ocasión, en Sevilla, por llevar una camiseta deportiva en euskera, como asesino. Pude demostrarles, sin problema, lo equivocados que estaban, al clasificarme y clasificar a los vascos con ese "estereotipo". Anímasen.