El PSOE, partido que se define como socialista, obrero y de izquierdas, continúa su gran ofensiva contra la clase trabajadora y la hace responsable única y exclusiva de la grave crisis económica que soporta el estado español. No contentos con recortar el estado del bienestar a esta misma clase mediante recorte de sueldos, congelación de pensiones, recortes de medicamentos, reducción de ayudas a las familias, reducción de ayudas a los dependientes, precarización de servicios básicos para la sociedad como son la educación, la sanidad y justicia, el PSOE con la inestimable ayuda de CIU y PNV procede a aprobar una reforma laboral, cuyo único fin es el desproteger aún más a la clase trabajadora, mermando los pocos derechos de los que disponía el colectivo.
Hay que hacer un poco de memoria para recordar que esta crisis ha sido provocada por banqueros sin escrúpulos ofreciendo productos financieros altamente dañinos para la economía y en vez de exigir la clase política dirigente responsabilidades a los auténticos responsables de esta hecatombe, el gobierno español les entrega (a los bancos) dinero a espuertas de todos los ciudadanos a cambio de exigir altísimos sacrificios a la verdadera clase trabajadora.
Mientras la clase trabajadora tiene que sufrir auténticas penalidades y sufrimientos para llegar a fin de mes, viviendo aterrorizada por las nuevas reformas que anuncia el gobierno español (supongo con el único fin de seguir recortando el precario estado de bienestar español), leemos en la prensa los escandalosos beneficios que obtiene la banca española. Ante ello, no se ha escuchado ninguna crítica ni reproche alguno a ningún miembro del gobierno español.
De cara a las próximas citas electorales del año 2011, ¿con qué cara va a pedir el voto el PSOE a la ciudadanía? Propongo que haga campaña electoral entre los banqueros, la patronal y los pudientes de la sociedad y se olvide del resto de la ciudadanía y así verá reducida sus gastos electorales. Ya que en mi modesta opinión está tomando y ejecutando medidas muy, muy de derechas y contra el mismo segmento de la población, es decir, la clase trabajadora.