En contestación a Odón Elorza
Me gustaría contestar al señor Elorza por alusiones. Mi enésima publicación sobre la pasividad de la policía local ante el intrusismo ciclista por las aceras ha tocado (por fin) la fibra sensible de los mandatarios del Consistorio. Al César lo que es del César. Me descubro ante el tono conciliador del Sr. Elorza, que contrasta con el talante agrio de mis palabras. La reflexión me obliga a pedirle disculpas a usted y a la edil de Movilidad, la sra. Dafauce. Aclarado esto, insisto en la reivindicación de aceras sin ciclistas y, de igual modo, la de bidegorris sin peatones. Sr. alcalde, usted asegura que la guardia municipal tiene instrucciones claras al respecto. Sin embargo, si se molesta en releer mi comentario, comprobará que la respuesta que me dieron sus agentes difiere totalmente de dichas instrucciones. En cualquier caso, espero que el crecimiento de bidegorris anunciado en su escrito, junto a la firme petición a sus guardias de actuar contra los infractores, se traduzca en un descenso notable de la rodadura de ciclistas por las aceras hasta su total (que no parcial) desaparición. Confío en su palabra, sr. alcalde. En caso contrario, si todo sigue igual, si nada cambia, si únicamente trata de ganar tiempo, mis consideraciones irán en consonancia con su proceder, y en éstas páginas, el eco de mi disconformidad, continuarán o no. De usted depende.