Quiero animar a todos los españoles, que haberlos los hay en Gipuzkoa, a que dejen de lado los complejos y se manifiesten abiertamente por las calles de la capital guipuzcoana pero, por favor, que lo hagan a horas en las que la gente no esté durmiendo. La celebración de la victoria de la selección española de fútbol se convirtió en todo un alarde de patriotismo o nacionalismo español. Nada que objetar, salvo la hora. No creo que fuera espontáneo el incesante sonido de los bocinazos.
Los españoles tenían una inmensa necesidad de expresar su españolidad. Algunos se habrán quedado con las ganas. Vista la imperante necesidad de los españoles a reivindicar lo que son, que no esperen a que España vuelva a ganar un Mundial, que lo hagan tranquilamente cuando lo necesiten y así podrán descargar energías. Pero, por favor, que nos dejen dormir.