Vivir en comunidad requiere respetar unas mínimas normas de convivencia: limpieza, silencio, educación, respeto al mobiliario… Más aún cuando se trata de bloques con muchísimos vecinos, donde uno sólo de ellos puede amargar la vida de todos los demás. En muchos vecindarios hay problemas, generalmente no demasiado graves, pero hay algunos que son intolerables.
Un ascensor en China
Con la generalización de las cámaras de vigilancia algunos de esos comportamientos indecorosos acaban saliendo a la luz, por suerte para la convivencia. Así es como se ha podido comprobar qué pasaba en una comunidad en China, en un rascacielos. No se sabe dónde ha sucedido exactamente, pero sí que el bloque tenía al menos 26 pisos, porque la cámara está instalada en el interior de un ascensor que señala que está en la planta 26.
Esa grabación, que acumula medio millón de visualizaciones en apenas un día en la red social X, ha generado muchísima indignación. En ella aparece una mujer que, para empezar, ya se asoma al ascensor con un cigarro en la boca, cuando por razones obvias está prohibido fumar en los elevadores.
Basura y agua sucia
Pero lo peor viene después. Coloca tres bolsas de basura en el interior del ascensor. La última de ellas la saca de un cubo, y a continuación llega lo más repugnante: vacía el líquido que había al fondo del cubo, que desde luego no tiene que ser nada agradable ni con buen olor, en la ranura que hay a la entrada del ascensor, para que caiga a lo largo de las 26 plantas, en lugares que raramente se limpian, con lo que el aroma a suciedad está garantizado.
Además, si lo hace esta vez con tanta normalidad, lo lógico es pensar que no es la primera vez, sino que es una forma de proceder habitual en esta mujer. Para rematar la faena, abandona la escena dejando las bolsas dentro del ascensor, con la clara intención de que haya una persona que se tome la molestia de sacarlas a los contenedores de basura y con la tranquilidad de que, en una comunidad de vecinos con tantos portales, no se va a saber que la incívica era ella.
Pero la cámara de vigilancia la ha delatado y ahora no sólo sus vecinos habrán podido reconocerla, sino que medio mundo ha visto cómo se comporta. Por suerte para ella, entre que las imágenes no tienen demasiada calidad y que en casi todo momento aparece de espaldas o de lado, no se le ve con demasiada nitidez.
