Los empleados de los restaurantes de comida rápida, como las hamburgueserías, muchas veces tienen que servir pedidos, ya sea en persona en el local o por una ventanilla a los clientes que llegan en coche, hasta más allá de medianoche, especialmente durante los fines de semana, cuando suele ampliarse el horario. Por eso cuando se acerca la hora de cierre es normal que estén deseando que no lleguen más personas ni pedidos que les hagan tener que cocinar o servir más y probablemente salir más tarde de trabajar.

Pedido a última hora

En ese contexto hay que entender la reacción de un trabajador de una hamburguesería de Estados Unidos ante un pedido que le llegó cuando eran casi la una de la madrugada y el local estaba a punto de cerrar. Al haber entrado el pedido a tiempo tenían que prepararlo, pero lo que no se esperaba el empleado es lo que incluía esa orden de última hora.

El trabajador, que se encontraba en la zona de cocinas, vio de repente cómo en la pantalla en la que se muestran los pedidos aparecía uno de nada menos que 99 hamburguesas de bacon con doble de queso. Incrédulo ante lo que veía se lo contó a un compañero que atendía los pedidos con un micrófono. “¡Noventa y nueve!”, no paraba de gritar, mientras su colega no entendía nada. “¿Qué? ¿De qué estás hablando?”, preguntaba el otro empleado mientras seguía a su compañero hacia la pantalla, a la que enfocan y en la que se muestra cómo efectivamente ese es el único pedido que tienen en ese momento.

No era una broma

El angustiado trabajador pensó en un primer momento que se trataba de una broma que le estaban gastando sus compañeros. “Yo no lo he hecho”, se escucha a uno de ellos, mientras el pobre cocinero se echa a llorar, quizá exagerando su frustración. “¿Por qué? ¿Quién ha pedido eso? ¡99 de esas!”, continúa gritando sin para de caminar, y entonces repara en que la máquina de los pedidos no deja de imprimir tickets, uno por cada hamburguesa. “¡Mira eso! ¡Para!”, grita desesperado.

La reacción del trabajador se ha hecho viral en diferentes redes sociales, donde muchos internautas comprenden su angustia y se preguntan quién puede pedir 99 hamburguesas de madrugada. También hay quien argumenta que si el local estaba todavía abierto porque entraba dentro de su horario, es su obligación preparar ese pedido aunque eso le suponga salir de trabajar más tarde.