Cuando alguien acude a un restaurante de comida rápida muchas veces se encuentra con menús que incluyen productos e ingredientes más o menos fijos, pero algunos de ellos permiten personalizarlos. Porque puede pasar que el menú que más te gusta incluya un ingrediente que odias y que te gustaría quitar para así poder pedirlo y comerlo más a gusto sin necesidad de eliminarlo a posteriori, que a veces no se puede o ya ha dejado su sabor al resto de la comida. O que tengas alergía a un ingrediente y quieras asegurarte de que no te lo van a poner.

Petición a través del móvil

Esas personalizaciones pueden hacerse en los kioscos digitales que muchos restaurantes han instalado para que los clientes hagan sus pedidos, pero también a través de una nota añadida al menú cuando se pide a domicilio a través del teléfono móvil.

Pues bien, la cuenta de Instagram Soy Camarero (@soycamareroo), tras la que se encuentra el profesional de la hostelería Jesús Soriano, ha compartido la petición de un cliente que había hecho un pedido en un doner kebab y quería personalizarlo a su gusto. Entre otras cosas había encargado un menú pedrata (compuesto de patatas con carne) pero dejó una nota escrita a través del teléfono móvil explicando cómo quería ese menú. “Notas de clientes peculiares”, ha titulado el post.

Amenaza si hay lechuga

La nota, impresa en el ticket de compra, es una amenaza en toda regla de alguien a quien está muy claro que no le gusta nada la lechuga. Es probable que quisiera hacer una gracia, pero no a todo el mundo le parece algo simpático encontrarse un mensaje como este: “Salsa Roja y sin lechuga. Te lo juro que no traigas lechu por tu raza. Como traigas un trozo de lechu te encañono”.

La nota del cliente.

La nota del cliente. Instagram (@soycamareroo)

Apoyo al restaurante

El post lleva más de 11.000 likes y más de 300 comentarios, muchos de ellos criticando al cliente por sus formas. “Yo directamente le llamo y le digo que pida la devolución, porque no le atiendo”; “Creo que todos como camareros, en casos como estos, nos hemos planteado si añadirle un moco...”; “Un kilo de lechuga le mandaba”; o “No sé, yo no les sirvo el pedido, aunque fallen mucho hay cosas que no se han de permitir”, opinan algunos usuarios de Instagram.

Otros se burlan de él. “Tiene que ser muy cuqui la forma en la que te encañona alguien que escribe lechu”; “A quien escribe lechu y encañonar no se le puede tener ningún tipo de odio”; o “Como no sé qué es lechu, le pondré bien de lechuga y ya está”, escriben.

Comprenden al cliente

Los hay también que comprenden el hartazgo del cliente ya que muchas veces en este tipo de locales se piden cambios en los menús que luego no se realizan. “Yo a ese cliente lo entiendo perfectamente y pondría exactamente lo mismo, que toca las narices especificar que no quieres cierto ingrediente por x o por y, ya pagado todo y cuando estás en casa... Sorpresa! Pues la comida se la come el perro”, explica un usuario.